La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) presenta el “Protocolo para investigar denuncias contra sacerdotes sobre abuso sexual de menores”. Documento que sirve para guiar  a todos los miembros de la Iglesia católica paraguaya a la hora de establecer pautas y procedimientos a seguir ante denuncia de abusos contra menores.

Al lanzar este documento, los obispos manifestamos nuestro deseo de que nadie tenga duda o confusión sobre la obligación que nosotros, como Obispos, asumimos basados en la misión y el ejemplo que nos dio el propio Jesucristo, en cuyo nombre servimos, de proteger a los menores y de evitar el abuso sexual.

Por esta razón, y movidos por el amor a la Iglesia y a la verdad sobre las enseñanzas del Señor, queremos hacer cuanto sea necesario – con caridad, pero con justicia – para evitar los males que provienen de las graves faltas, que algunos ministros de la Iglesia puedan cometer contra los más pequeños. Particularmente nos cuestionan los pecados relacionados con el sexto mandamiento del Decálogo, que ofenden a Dios. Reviste especial gravedad en hecho de que se daña a los más amados de Jesús, los más pequeños y los más pobres. Asumimos además que todo eso representa un profundo atentado al bien común.

La violación a los derechos del menor, principalmente y particularmente en el ámbito delicado de su vida, es casi irreparable. Y esta violación ocurre cuando alguien poseedor de alguna autoridad o poder se aprovecha de la inocencia del menor que aún carece del discernimiento y de la libertad que tendrá cuando sea mayor de edad.

El Papa Francisco dice: “No hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores, y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito”.

Por eso, a las personas directamente afectadas y a las comunidades que en Paraguay han visto en algún sacerdote motivo de escándalo, les pedimos perdón y les exhortamos a comunicarnos estos hechos.

Este protocolo establece, entre otras indicaciones, en forma pormenorizada los procedimientos a seguir ante las eventuales denuncias de abusos contra menores de edad, conforme a lo que dictamina la Sede Apostólica; nos comprometemos a actuar según ella.

De esta forma promovemos la colaboración que le cabe a la Iglesia en el esclarecimiento de estos hechos, en armonía y con pleno respeto a las normas canónicas universales.

Ante cualquier denuncia de esta característica, la Iglesia Católica tiene la responsabilidad de hacer la investigación previa para informar a la Sede Apostólica. Todo el informe elevado será tratado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se encargará de enviar las indicaciones de lo que debe hacerse en cada jurisdicción correspondiente.

Características del documento. El documento cuenta con 64 páginas y está compuesto por 6 partes:

Parte I: Responsabilidad de la Autoridad Eclesiástica; Parte II, Estructura; Parte III, Investigación Preliminar; Parte IV, Respuesta y cuidado Pastoral; Parte V, Recurso Jurídico; Parte VI, Estrategias Preventivas y Relación con los Medios.

El Borrador de este protocolo y luego aprobado por la CEP y por la Congregación de la Doctrina de la FE (2015) son: Pbro. Narciso Velázquez, el Dr. Diego Doldán y la Dra. Angelina Luna, juntamente con Mons. Edmundo Valenzuela, entonces Coadjutor de la Santísima Asunción.

Asunción, 9 de febrero de 2016

 

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