Bartolomé, llamado también Natanael, nació en Caná de Galilea. Su nombre significa “hijo de aquel que lleva el agua”, según una meditación de san Pedro Damián.

Felipe lo presentó a Jesús a la orilla del Jordán y entró en el grupo de los primeros llamados. Nada se sabe con certeza sobre su actividad apostólica después de Pentecostés. Pero, según tradiciones muy antiguas, dio testimonio de su fe en Cristo con su palabra y su vida.