Marcos pertenecía por su familia a la comunidad cristiana de Jerusalén. Siguió primero a Pablo en los comienzos de su misión apostólica y también cuando estuvo en prisión; y acompañó a Pedro, quien lo llamó “su hijo” durante su permanencia en Roma, hasta el martirio.

Según la tradición, fue genial redactor del primer Evangelio, en donde recoge la predicación de Pedro a los cristianos de Roma, y fue también el fundador de la Iglesia de Alejandría.