Rita nació en Cascia (Italia) en 1383. Desde sus primeros años, demostraba constantemente su piedad y su deseo de consagrarse a la vida religiosa, dedicándose a la oración y a la caridad fraterna. Sin embargo, por decisión y obediencia a sus padres, Rita contrajo matrimonio.

Su paciencia y oración dieron sus frutos: la conversión de su esposo y de sus dos hijos, poco antes de morir.

Sola ya, vendió cuanto poseía y lo distribuyó entre los pobres. Fue aceptada en la comunidad de las monjas agustinas. La obediencia, la alegría y la disponibilidad caracterizaron su vida religiosa. Se dedicó a la atención de las hermanas enfermas y a la oración por la conversión de los pecadores.

Afectada por una enfermedad que se fue agravando, falleció el 22 de mayo de 1457. Su cuerpo se conserva incorrupto.