Rogamos que por sus intercesiones nos acerquemos cada vez más al Señor.
“Gocémonos todos en el Señor,
al celebrar esta fiesta en honor
de todos los Santos, de cuya
solemnidad se alegran los Ángeles,
y ensalzan al Hijo de Dios”.

Los Santos no son personas diferentes a nosotros, en todos los tiempos han habido santos, de diferentes edades, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, no obstante cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo.
Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS.

Los Santos han ido a lugares muy lejanos donde no se conoce a Jesús y les enseñan a amar a nuestro Señor, a ellos se les llaman Misioneros, algunos han muerto dando su vida por la fe, estos son los Mártires. Otros se han dedicado a cuidar a los enfermos, a los pobres, algunos fundaron colegios para que los niños se educaran y conocieran a Jesús. Otros se han quedado en su ciudad y en su casa pero han hecho la voluntad de Dios y se han mantenido en su amistad. Algunos santos son muy conocidos por todos, pero hay otros que nadie conoce, más que Dios. Otros que han estado enfermos le entregan a Jesús todos sus sufrimientos.

A los Santos se les veneran porque son:
Modelo: Porque viendo lo que ellos hicieron para ser amigos de Dios nosotros los podemos imitar.
Estímulo: Porque ellos, lucharon como ahora nosotros y ya gozan de la herencia a la que también nosotros estamos llamados.
Intercesores: Son amigos y hermanos nuestros y grandes bienhechores a quienes podemos recurrir suplicándoles que hagan valer su influencia ante Dios en ayuda de nuestras necesidades.