Hoy, la Iglesia celebra la memoria de San Apolinar, obispo.
Según las actas de su martirio, Apolinar nació en Antioquía, donde fue discípulo de San Pedro, quien luego lo nombró obispo de Ravena.
Propagó las innumerables riquezas de Cristo entre los hombres. Fue un pastor bueno y generoso. Siempre antepuso las necesidades de su grey a las propias. Sufrió el martirio el 23 de julio del año 79. La gran veneración que se le profesaba en la Iglesia primitiva es el mejor testimonio de su santidad y espíritu apostólico.