Los sacerdotes jubilados, con edad avanzada o que se encuentran aquejados por alguna enfermedad son sostenidos por la Arquidiócesis, se les brinda asistencia completa y pueden gozar de contacto con la naturaleza y contar un lugar privado, adecuado a sus necesidades en la Casa de Salud Sacerdotal, ubicada en la casa de retiros Emaús (Luque).