Hoy celebramos la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, apóstoles.
Simón (Pedro) era un humilde pescador de Galilea; Pablo, un fariseo de Tarso. Los dos, elegidos por Cristo para ser columnas de la Iglesia; del uno y del otro la Iglesia ha recibido el primer anuncio de la fe. Pedro fundó la Iglesia de Pentecostés en Israel, y Pablo llegó a ser el Apóstol de las naciones paganas. Ambos murieron martirizados: Pedro fue crucificado en Roma en el año 64, durante la persecución del emperador Nerón; Pablo fue decapitado en las afueras de Roma en el año 67.
La Iglesia, como comunidad de fe y esperanza, se funda en el mensaje de los dos, Pedro y Pablo, testigos del Señor de la Gloria.
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