Evangelio de hoy
MARTES DE LA SEMANA 27° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO
Evangelio según San Lucas 10, 38-42
“María eligió la mejor parte, que no le será quitada“
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”. Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y, sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada”. Palabra del Señor.
Meditación
Marta, quien se queja de su hermana María, representa esa acción que no se basa en la Palabra de Jesús, es decir, no se mantiene abierta al Reino (aparentemente). Y María simboliza un escuchar la Palabra que se tiene que concretar en amor, es decir, en servicio hacia los demás. En esa época las mujeres y los niños no tenían instrucción o formación en la Ley del Señor, sólo los varones adultos (considerados éstos desde los 30 años).
Por eso los maestros judíos de la Ley no se dirigían ni a mujeres ni a niños, como lo hacía Jesús (cf. Mc 3,31-35; Hch 22,3), mostrando una gran apertura y abarcando a los más débiles de la época en el llamado y en la posibilidad del seguimiento. Los discípulos, al estar sentados a los pies de su maestro mostraban que estaban atentos, escuchando lo que el maestro estaba enseñando. Entre esas mujeres, aparece hoy María de Betania, pero también estaban otras mujeres siguiendo a Jesús (cf. Lc 8,2-3).
Jesús responde fantásticamente, diciéndole a Marta que hay algo más importante que el sólo servir a los demás: hacerse discípulo. El discípulo es alguien que es llamado y elegido por Dios para convertirse en un caminante dirigiendo su vida hacia un maestro. Alguien que sabe escuchar y llevar a la práctica lo que su maestro le está diciendo, por tanto, se define, por su respuesta positiva a lo que le dice su maestro, por su obediencia. Esa actitud de escuchar al Maestro, eligió María, “la parte mejor”, que nadie puede quitarle. “La mejor parte”, hace que el discípulo tenga la motivación principal con relación a la Palabra de Jesús y se encargue de construir el Reino. Quien está unido a Dios, quien lo escucha y obedece, será quien podrá verlo en los hermanos que más sufren y sin mezquindad alguna concretará y promocionará obras de misericordia.
Perdón Señor porque muchas veces nos cuesta dedicar el tiempo de calidad para escucharte atentamente y entender lo que nos quieres decir en nuestro aquí y ahora de cada día. Ayúdanos a ponernos siempre a tus pies, a estar atentos a tu voluntad y a servir con amor siempre y a todos. Gracias por hablarnos de diversos modos y porque nos haces comprender y vivir tu Presencia viva fermentando todas las realidades y porque Tú tienes palabras de vida eterna regalándonos el verdadero gozo en la escucha y el servicio. Amén.
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