Evangelio de hoy
VIERNES DE LA SEMANA 20ª DEL TIEMPO ORDINARIO
Evangelio según San Mateo 22, 34-40
“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón”
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”. Palabra del Señor.
Meditación
En aquella época, existían 613 entre preceptos y mandatos, entre pesados y ligeros, por tanto, les resultaba a veces complicado centrarse en lo esencial o supremo y se perdían en pequeñeces. Si bien todos los preceptos y mandatos decían que salían de la Ley, sin embargo, sobre todo, estaban quienes practicaban todo de modo muy rigorista, exigiendo el cumplimiento cabal de todos y cada uno de los mandatos; por eso algunos maestros, se negaban a hablar de un mandamiento supremo, porque temían que pudieren caer en detrimento de los mandamientos restantes.
Tener presente que Jesucristo nos pide amor total, no quiere sólo de modo parcial o ligero, quiere la totalidad de la entrega en el amor a Dios y al prójimo, quiere ese amor con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu, con todas las fuerzas. Lo contrario al amor sería el odio; sí hay odio, como en muchos casos: odio entre las naciones, entre hermanos de la misma familia, entre personas que creen distinto o entre personas que son de partidos o movimientos políticos distintos, etc.
Sólo el amor es más fuerte y podrá vencer al odio, que se supera con el perdón, que sería fruto del amor. En lo único que nunca nos equivocaremos es en amar, siempre y a todos. Es nuestro principal pase para con Dios. San Juan de la Cruz decía que al atardecer de la vida nos examinarán en el amor, lo único que te preguntarán es si amaste. Si seleccionamos a quiénes amar y a quiénes no, entonces significa que todavía nos falta muchísimo, porque Jesús nos pide hasta amar a los enemigos, a esas personas que nos hicieron daño y nos siguen haciendo daño, también se las tiene que amar. Nosotros ya hemos recibido el amor, pues Dios nos amó primero, por eso se nos pide amar sin medidas, porque amor con amor se paga.
Perdón Señor porque muchas veces no te ponemos en primer lugar, teniendo actitudes que muestran nuestro poco amor hacia Ti y hacia los hermanos (principalmente quienes más necesitan de amor). Ayúdanos a amar siempre y a todos, desinteresadamente y en abundancia, sin ser tacaños en el amor. Gracias porque Tú nos amas primero a pesar de que tantas veces te traicionamos y te negamos, Tú igual nos amas y procuras hasta que respondamos también con amor. Amén.
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