En el contexto del Año Jubilar 2025 “Peregrinos de la Esperanza”, somos invitados en la Arquidiócesis de la Santísima Asunción a preparar y celebrar también la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo: «La esperanza no defrauda» (Rm 5,5). Y nos hace fuertes en la tribulación.

Será una Semana Jubilar del Enfermo del sábado 08 al sábado 15 de febrero. La propuesta, para ser vivida  en cada parroquia de la Arquidiócesis, es guiada por la Bula del Jubileo 2025 que nos indica cuanto sigue en el n. 11:

  • Ofrecer signos de Esperanza a los enfermos que están en sus casas o en los hospitales. Visitarlos en sus casas y hospitales de la jurisdicción con los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión. Cada sacerdote pueda estar dispuesto también a llevarles la Santa Unción.
  • Aliviar los sufrimientos con la cercanía (visita y afecto). Llegar junto a ellos con empatía, compasión y ternura.
  • Que las obras de misericordia son obras de esperanza. “Estuve enfermo y me visitaste”, llevarles una ayuda material.
  • Debemos manifestar la gratitud a los agentes sanitarios. Reconocerlos por sus esfuerzos y hacerles recordar que son ministros de la vida.
  • Que se debe dar una atención inclusiva a los que llevan una condición de vida difíciles por patologías o discapacidades.
  • Y el Cuidar es un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza (nos llama a acciones concretadas por toda la sociedad). Toda la comunidad es llamada a ser parte de esta sinfonía.

Y con el Mensaje para esta XXXIII  Jornada Mundial del Enfermo el Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre la presencia de Dios que permanece cerca de quien sufre, en particular bajo tres aspectos que la caracterizan: el encuentro, el don y el compartir.

  1. El encuentro. Jesús, cuando envió en misión a los setenta y dos discípulos (cf. Lc 10,1-9), los exhortó a decir a los enfermos: «El Reino de Dios está cerca de ustedes» (v. 9). Les pidió concretamente ayudarles a comprender que también la enfermedad, aun cuando sea dolorosa y difícil de entender, es una oportunidad de encuentro con el Señor.
  1. EL don. toda esperanza viene del Señor, y por eso es, ante todo, un don que hemos de acoger y cultivar, permaneciendo “fieles a la fidelidad de Dios”.

 El Resucitado también camina con nosotros, haciéndose nuestro compañero de viaje, como con los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13-53).

  1. El compartir. Los lugares donde se sufre son a menudo lugares de intercambio, de enriquecimiento mutuo. ¡Cuántas veces, junto al lecho de un enfermo, se aprende a esperar! ¡Cuántas veces, estando cerca de quien sufre, se aprende a creer! ¡Cuántas veces, inclinándose ante el necesitado, se descubre el amor! Es decir, nos damos cuenta de que somos “ángeles” de esperanza, mensajeros de Dios, los unos para los otros, todos juntos.

Nos sigue diciendo, el Papa Francisco: Queridos enfermos, queridos hermanos y hermanas que asisten a los que sufren, en este Jubileo ustedes tienen más que nunca un rol especial. Su caminar juntos, en efecto, es un signo para todos, «un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza» (Bula Spes non confundit, 11), cuya voz va mucho más allá de las habitaciones y las camas de los sanatorios donde se encuentren, estimulando y animando en la caridad “el concierto de toda la sociedad” (cf. Ibíd.), en una armonía a veces difícil de realizar, pero precisamente por eso, muy dulce y fuerte, capaz de llevar luz y calor allí donde más se necesita.

«La esperanza no defrauda» (Rm 5,5). Y nos hace fuertes en la tribulación.

 

Nos encomendamos a María, Salud de los enfermos:

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios;

No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,

Antes bien, líbranos de todo peligro,

¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita! Amén.

 

Anexo

La Jornada Mundial del Enfermo:  es una Jornada pontificia obligatoria. Este año el 11 de febrero es martes de la V semana del tiempo ordinario. Por ello la liturgia será del día o de la “memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes”, aunque por utilidad pastoral, a juicio del rector de la iglesia o del sacerdote celebrante, se puede usar el formulario «Por los enfermos», cf. OGMR 376.

 Se deberá hacer alusión en la monición de entrada, en la homilía y en la intención en la oración universal.

Se invita a cada Parroquia que la Santa Misa sea con Unción a los enfermos y ancianos ese día 11 de febrero y como también a la visita, con los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, a las casas y hospital de la jurisdicción propia en esa semana

La Pastoral de la Salud Arquidiocesana y la Parroquia Personal de la Salud  realizará estos siguientes actos y presencias por la Semana Jubilar del sábado 8  al sábado 15 de febrero. Luego continuará cada 4to sábado del mes realizando estas visitas ayudado por los voluntarios Buenos Samaritanos.

 

Sábado 8 de febrero Misa y visita a los enfermos Capilla y Hospital IPS Central. 08.30 hs inicio de la Misa.

 

Martes 11 de febrero Jornada Mundial del enfermo. Misa en la Capilla Ntra Sra De La Asunción Av Venezuela 970, Sede de la Parroquia Personal. Misa 17:30hs

 

Sábado 15 de febrero Misa y visita en el INERAM. Inicio de la Misa 08.30 hs.

Para más detalles, comunicarse al 0985-849-755, Padre Miguel Ortigoza, comisión del Jubileo Arquidiocesano 2025