Hoy celebramos la Transfiguración del Señor. En el relato del evangelio según San Lucas 9, 28, Jesús reveló su divinidad a los apóstoles en el monte Tabor. En este día, recordamos que Jesús es el Hijo de Dios, la luz que ilumina nuestras vidas y el camino que nos conduce a la…

Recordamos hoy agradecidos a los sacerdotes y curas párrocos. Oramos que por intercesión de San Juan María Vianney sean ejemplos de amor y caridad para el pueblo Santo de Dios.

"Mi corazón late por las almas, y mi oración es por la conversión de los pecadores."

San Juan María Vianney prótege a los sacerdotes e intercede por cada uno, cóncedeles la sabiduría necesaria para seguir pastoreando el rebaño.

" La Humildad es la base de todas las virtudes"
Pidamos a Dios tener siempre un córazon humilde y predispuesto para ser testimonios de su amor.

De las obras de san Alfonso María de Ligorio, obispo
(Tratado sobre la práctica del amor a Jesucristo, edición latina, Roma 1909, pp. 9-14)

EL AMOR A CRISTO

Toda la santidad y la perfección del alma consiste en el amor a Jesucristo; nuestro Dios, nuestro sumo bien y nuestro…

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Evangelio de hoy, martes 05 de agosto de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, martes 05 de agosto de 2025 

Evangelio de hoy

MARTES DE LA SEMANA 18ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Mateo 14, 22-36

 “Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios”

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él solo allí.

Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: “¡Es un fantasma!” Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo en seguida: “Tranquilícense y no teman. Soy yo”.

Entonces le dijo Pedro: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua”. Jesús le contestó: “Ven”. Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: “¡Sálvame, Señor!” Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”

En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: “Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”.

Terminada la travesía, llegaron a Genesaret. Apenas lo reconocieron los habitantes de aquel lugar, pregonaron la noticia por toda la región y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían que los dejara tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lo tocaron quedaron curados. Palabra del Señor.

Meditación

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