Evangelio de hoy

Viernes de la 23ª Semana del Tiempo Durante el Año

Evangelio según San Lucas 6, 37-42

“Perdonen y serán perdonados”

Jesús dijo a sus discípulos: “No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”. Les hizo también esta comparación: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro. ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo’, tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”. Palabra del Señor.

Meditación

    Aprender la libertad, libre de prejuicios. Notamos discusiones interminables sobre diversas cuestiones, pero sobre los hechos. Sin resolver los problemas ya consideramos otras noticias, y se crean nuevas confusiones. Así se forman los prejuicios en la vida de los niños y en la de los jóvenes. Es necesario entender los procesos, la historia, los resultados y las tendencias.

    San Agustín escribía sobre el sacar la viga antes que la paja: “Sacúdete de encima el odio. Entonces podrás corregir a aquel que amas. El evangelio dice con razón “hipócrita”. Reprender los vicios es propio de los hombres justos y buenos. Cuando lo hacen los malvados usurpan el papel de los buenos. Hacen pensar en los comediantes que esconden su identidad detrás de una máscara…” (Explicación del Sermón de la Montaña, 19).

    Es cierto que no estamos en la época idílica del s. IV, pero el hombre actual necesita soñar y compartir ideales, virtudes, y criterios de acción para afrontar los graves males de estos tiempos. Los valores evangélicos no pierden vigencia y las generaciones futuras no deberían pagar nuestras deudas eternas. La Biblia inspiradora de vida, además adquiere mayor valor y suscita nuevas mociones, para ejercitarnos en la Caritas in veritate.

 

Que amables son tus moradas, Señor del universo!

Mi alma se consume

y anhela los atrios del Señor,

mi corazón y mi carne

retozan por el Dios vivo.