Amigos y amigas periodistas: hoy, 26 de abril, se recuerda el día del periodista en Paraguay, en conmemoración de la aparición del primer periódico de nuestro país, “El Paraguayo Independiente” en el año 1845. Hace 33 años, el 26 de abril de 1991, fue brutalmente asesinado el periodista Santiago Leguizamón, cuyo legado perdura en su valiente expresión: “prefiero la muerte física a la muerte ética”.

El ejercicio del periodismo es sin dudas exigente. Su labor de investigar, de informar, requiere el rigor de la verificación, de la ecuanimidad, de la independencia. El compromiso profesional con la verdad es arduo, no siempre es fácil, por factores internos y externos que influyen en su trabajo cotidiano. Vivimos tiempos difíciles en el mundo y en el país.

La crisis de valores, la manipulación de la verdad, la velocidad de las plataformas digitales que construyen verdades alternativas, distorsionadas conforme a intereses particulares y/o de grupos de poder, desorientan a la ciudadanía. No siempre el auditorio está en condiciones de discernir la veracidad de las avalanchas de informaciones que circulan en las diversas plataformas y redes de difusión digital.

En este contexto, es aún más relevante el trabajo del periodista al servicio de la sociedad. La ciudadanía necesita encontrar referentes y fuentes confiables de información.

Así también, el ejercicio del periodismo no está exento de amenazas, agresiones y peligros. La prensa, aún con sus debilidades, cumple un rol esencial para apuntalar la convivencia democrática. Un periodismo serio, que investiga, que interpreta e informa con la verdad, que denuncia, es siempre incómodo y exigente para quienes tienen el deber de aclarar y transparentar las gestiones públicas y privadas.

Me permito saludarles en este día, reconociendo su noble, sacrificada y comprometida labor cotidiana de ser enunciadores y ecuánimes intermediarios entre los hechos acontecidos y la comunidad nacional. Les alentamos a seguir cumpliendo su misión teniendo como norte la verdad, el bien común y la justicia.

Sean inclaudicables en el ejercicio ético de la profesión, tal como predicó con su propia vida y muerte, Santiago Leguizamón y otros valientes periodistas. Este es un día propicio para expresarles nuestra gratitud y reconocimiento.

¡Felicidades periodistas!

 

+ Adalberto Card. Martínez Flores

Arzobispo Metropolitano de Asunción