En la jornada del jueves 11 de septiembre, el Papa León XIV mantuvo un encuentro con los obispos recién nombrados en el Aula del Sínodo, abordando diversos desafíos pastorales y espirituales que acompañan el inicio de su ministerio.

El Santo Padre los exhortó a ser pastores cercanos al pueblo y a los sacerdotes, constructores de puentes y promotores de la sinodalidad, entendida no solo como un método pastoral, sino como un estilo de Iglesia basado en la escucha, el discernimiento y la búsqueda conjunta de la misión. “La paz es un desafío para todos”, señaló, invitando a vivirla como una paz “desarmada y desarmante”, fruto de la misericordia y el testimonio cristiano.

Entre los temas centrales, destacó la necesidad de abordar con prontitud y verdadera justicia los casos de comportamientos inapropiados dentro del clero, sin dejar de lado la misericordia hacia todos los involucrados. Al mismo tiempo, animó a los obispos a cuidar el uso de las redes sociales, donde persiste el riesgo de falsedades, recordando que la verdad debe prevalecer aun cuando implique un proceso doloroso.

El Pontífice hizo hincapié en la vida espiritual de los jóvenes, que buscan respuestas y comunión más allá de lo que encuentran en el mundo virtual. Subrayó la importancia de acompañarlos en su sed de Dios y en su anhelo de oración. Asimismo, alentó a promover la formación integral en los seminarios, acogiendo y guiando a quienes descubren su vocación, al tiempo de integrar a los laicos con auténtico espíritu misionero en la vida de la Iglesia.

El Papa recordó también los retos de la misión en contextos donde los cristianos son minoría, llamando a mantener una actitud de diálogo y respeto hacia otras tradiciones religiosas, siempre desde el testimonio del amor cristiano. En relación con las crisis globales, animó a compartir y afrontar juntos las dificultades, incluyendo la preocupación por el cuidado de la creación, en el marco del décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’.

Finalmente, expresó su gratitud a los nuevos obispos por aceptar el ministerio episcopal, asegurándoles su oración y cercanía:
“La Iglesia agradece su sí. No están solos. Carguemos juntos la carga y proclamemos el Evangelio de Jesucristo”.

Fuente: Vatican News