Evangelio de hoy

LUNES DE LA SEMANA 24ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Memoria de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores

Evangelio según San Juan 19, 25-27

 “Aquí tienes a tu madre”

Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como suya. Palabra del Señor.

Meditación

La Cruz, escándalo para los judíos y locura para los paganos, es símbolo y fuente de salvación para todos los que tienen fe, especialmente para los cristianos, es la Cruz de Cristo resucitado.  Sabemos que, igualmente, María, su Madre, ha sido asunta al cielo y está allí con su Hijo.  Sin embargo, no olvidamos que Jesús pasó por el sufrimiento y la muerte, y que María le acompañó en este camino de dolor. Con razón se le nombra la corredentora, porque estuvo unida en todo a Su Hijo en el camino de la Cruz y la salvación humana.

          La Carta a los Hebreos nos permite vislumbrar la pasión y el dolor de Jesús y María; “aun siendo Hijo, aprendió la obediencia por medio de lo que padeció; y habiendo sido perfeccionado, se convirtió en fuente de salvación para todos los que le obedecen”. Para María, la aceptación de todos sus sufrimientos, ocasionados por la Cruz de su Hijo, era una consecuencia lógica de su primer “Fiat”. Ella como Madre de Misericordia está siempre con nosotros en el camino de la vida.

-Perdón, Madre Santísima, porque la causa de tu dolor y sufrimiento son mis pecados.

-Ayúdame Madre a confiar en la fuerza redentora de la Cruz.