Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA SEMANA 26ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Lucas 9, 57-62

 “¡Te seguiré adonde vayas!”

Mientras Jesús y sus discípulos iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!”. Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Y dijo a otro: “Sígueme”. Él respondió: “Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”. Jesús le respondió: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”. Palabra del Señor.

Meditación

Cristo nos dice ‘sígueme, no mires atrás’. ¡Sígueme! y nosotros a veces, o yo por lo menos, digo: sí, pero poquito tiempo; sí, pero déjame hacer primero esto otro; sí, pero entonces Tú dame, y así no es con Cristo; Cristo es o todo o nada. Pero a media tinta, nada, a medias, no. 

San Francisco de Asís nos marca la pauta: la radicalidad es lo que conquista, lo que transforma, lo que construye. Es difícil vivir esta radicalidad entre lo que pienso, lo que hago, entre lo que creo y lo que vivo, entre lo que sé que debo hacer y lo que hago.

A veces nos gana el miedo al qué dirán, el que no vayan a decir que soy una santurrona o un santurrón, que me la paso todo el tiempo en la capilla, entonces lo hago a escondidas. Pero San Francisco nos dice: ‘salgan a predicar, y si es necesario, usen palabras’. 

¿Qué nos quiere decir el santo? Él estaba convencido que el testimonio de vida debía de ser un Evangelio abierto: sonreír para que otro sonría, escuchar para que otro escuche, callar para que otro recapacite, estar para que otro se sienta acogido, perdonar para que otro se atreva a perdonar.

Pidámosle hoy a Jesús: ‘Enséñame, Señor, a ser un libro abierto de tu amor, que cuantos me vean, den gloria a Dios’. Hoy te invito a amar y a servir y a hacerlo con una sonrisa.