Evangelio de hoy

Santos Timoteo y Tito, obispos

JUEVES DE LA 3ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Lucas 10, 1-9

 “¡Que descienda la paz sobre esta casa!”

El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados, que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!”. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes”. Palabra del Señor.

Meditación

Si bien Jesús comienza con la comunidad de los Doce, para cimentar su enseñanza y su proyección misionera, los setenta y dos eran los enviados a llevar esa Buena Noticia de su Amor y de la paz a todas partes. Como lo sigue haciendo hoy día a través de tantos servidores y ministerios para llegar a tocar la carne humana por más herida y ensangrentada que esté. En el seguimiento de Cristo no es todo color de rosas, es un tanto duro, quitándonos de nuestra seguridad o apego a la tierra (cosas del mundo) y nos va metiendo en un camino que hace dirigir al Calvario. El fundamento de toda misión sigue siendo los Doce en la Iglesia (cf. Lc 9,1-6), y junto a ellos, Jesús eligió a otros muchos para seguir misionando, porque la obra es muy grande y los trabajadores son muy pocos.

Por tanto, elige a otros setenta (y dos), número de plenitud y de universalidad. A través de estos misioneros, Jesús llega a todas las fronteras de la historia. Jesús eligió a esos misioneros en ese entonces, pero sigue eligiendo a tantos trabajadores para enviarlos mientras dure el tiempo de la Iglesia. Siempre también habrá posibilidades de enfrentamientos, porque son enviados en medio de lobos y serán perseguidos como lo hicieron con el Maestro, quien hasta sufrió la muerte en la Cruz, aun siendo inocente, muriendo y resucitando para mostrar lo definitivo: la vida. Los perseguidores terminarán mal delante de Dios, a no ser que se arrepientan y conviertan, pues nadie puede estar bien si está lejos de Dios. El ejemplo de hoy como enviados son Timoteo y Tito, Obispos, a quienes Pablo dirige cartas pastorales con instrucciones para la misión pastoral de presidir las comunidades en comunión con la voluntad de Dios.

Perdón Señor porque muchas veces no entendemos que somos enviados por Ti, desde el Bautismo, para hacer el bien sin mirar a quién y a valorar a tantas personas que comparten la alegría de ser cristianas. Ayúdanos a sentirnos llamados y enviados por Ti, a llevar la paz y el amor que hemos recibido, aunque no lo hayamos merecido. Gracias por darnos tu Reino de paz, entrando a reinar en nosotros desde la eternidad y por enseñarnos a dejarlo y arriesgarlo todo hasta participar de tu Muerte y Resurrección, engendrando Vida en todos. Amén.