La fiesta del Santo Nombre de María se celebra cada 12 de septiembre, en honor a la Virgen Santísima. Esta conmemoración fue instituida por el Papa Inocencio XI en el año 1683, como acción de gracias por la victoria cristiana en la Batalla de Viena, atribuida a la intercesión de…

¡Felicidades, Albirroja! 🔴⚪🔴
Nos regalaste una alegría inmensa con esta clasificación histórica. Un triunfo de esfuerzo, de juego en equipo, de la garra guaraní que nunca se rinde.

Mensaje por el día de Santa Rosa de Lima

Hoy celebramos con alegría y esperanza el día de Santa Rosa de Lima, primera santa de América y patrona del Perú, del continente americano y también de la Policía Nacional del Paraguay.

Santa Rosa, terciaria dominica, nos dejó un…

Hoy la Iglesia celebra con gratitud y reverencia la memoria del martirio de San Juan Bautista, profeta valiente, precursor del Señor y testigo fiel de la verdad. Su vida y su entrega total nos recuerdan que la fidelidad a Dios a veces exige darlo todo, incluso la propia vida.…

Hoy celebeamos la vida y legado de este gran santo y Doctor de la Iglesia.

San Agustín de Hipona (354-430) fue un obispo, filósofo y teólogo que dejó huellas en la tradición eclesiástica. Es considerado uno de los Padres de la Iglesia y es patrono de "los que buscan a Dios" .…

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Evangelio de hoy, lunes 07 de abril de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, lunes 07 de abril de 2025 

Evangelio de hoy

LUNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

Evangelio según San Juan 8, 12-20

 “Yo soy la luz del mundo”

Jesús dirigió la palabra a los fariseos, diciendo: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida”. Los fariseos le dijeron: “Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale”. Jesús les respondió: “Aunque yo doy testimonio de mí, mi testimonio vale porque sé de dónde vine y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy. Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie, y si lo hago, mi juicio vale porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre que me envió. En la Ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me envió da testimonio de mí”. Ellos le preguntaron: “¿Dónde está tu Padre?”. Jesús respondió: “Ustedes no me conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre”. Él pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el Templo. Y nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora. Palabra del Señor.

Meditación

En un mundo en el que, lo que sobra es información, a veces tenemos muchas dificultades para poder formar nuestra opinión y, con ello, nuestros criterios. Muchos de los valores se ven hoy refutados y llevados a controversia por muchas corrientes de pensamiento, y para no pocos hermanos, esto ha sido causa de una terrible desilusión en su fe.

No aceptan ya como válidos pensamientos sobre la castidad, sobre el honor, la pureza, la verdad, etc. Todo hoy se hace relativo y parcial. Por ello, si queremos mantenernos en el camino de la salvación, único que nos puede llevar a la felicidad, debemos reconocer que sólo Jesús es la Luz de este mundo. Sólo sus criterios y su palabra son la fuente de la verdad, es lo único estable.

Su Palabra es eterna como El y no admite ni desilusión ni alteración. Si Dios nos dice algo, El sabe por qué lo dice, sin importar si yo lo puedo o no entender. Ahora bien, esta Palabra debe estar correctamente discernida, pues de lo contrario caeríamos en usar la Palabra de Dios para justificarnos (como por ejemplo justificar el homosexualismo con la expresión “El mandamiento de Dios es que nos amemos”).

La Iglesia, mantiene una línea de pensamiento que nos muestra en qué sentido Jesús dijo cada una de sus palabras. No dejemos que esta densa oscuridad del mundo llegue a apagar la luz de Jesús en nuestros corazones; ¡mantengámosla viva y fulgurante!

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