Evangelio de hoy

LUNES DE LA SEMANA 32° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Lucas 17, 1-6

“Auméntanos la fe

Jesús dijo a sus discípulos: “Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, perdónalo”. Los Apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. Él respondió: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, ella les obedecería”. Palabra del Señor.

Meditación

   Pacíficos, compasivos, audaces. Todos estamos llamados a cumplir una misión en la tierra, a realizar un aporte, una herencia a la posteridad. De padres a hijos, de generación en generación, una fe hecha tradición acendrada, enraizada. Al contrario, todo se desgasta, desperdicia, empobrece y llegamos a conocer los escándalos inevitables como dice Jesús.

   Gente sin ley, prepotente, inicua, no puede sino hacer escándalos por lo que el Apóstol recomienda a Tito cómo deben comportarse los administradores de Dios: evitar la altanería, la cólera, la avidez de ganancias poco limpias, sino hospitalarios, amantes del bien, fiel a la palabra digna de fe que se le ha enseñado (1, 1-9). Los apóstoles del Señor acompañaban el desarrollo de las iglesias nacientes entre las grandes religiones y tantas otras creencias de los gentiles o paganos. Las actuales guerras son un fracaso y las pérdidas de vidas humanas y de oportunidades, cuantiosas. Lo cual no significa que no haya habido guerras, pero éstas son injustificadas y previsibles.

    A las nuevas generaciones les tocará convenir nuevos pactos y construir un mundo que esperamos sea más habitable, tras esta durísima lección de vida. Crezcan pues los sentimientos y gestos de paz y compasión, mientras los líderes de las naciones trabajen con audacia por un mundo mejor y más humano. Sin la fe y los recursos disponibles al respecto, resultaría imposible.

 

¡Señor, enséñame tus senderos!

Señor, Tú me sondeas y me conoces.

Me conoces cuando me siento o me levanto,

de lejos penetras mis pensamientos;

distingues mi camino y mi descanso,

todas mis sendas te son familiares, Señor.