Mientras caminamos, especialmente cuando llegan las nubes y el camino se vuelve incierto y difícil, levantemos la mirada, miremos a ella, nuestra Madre, y recuperaremos la esperanza que no defrauda (cf. Rom 5,5).

Celebramos el Día de la Virgen de la Asunción, mariscala del Paraguay y patrona de la ciudad de Asunción. Recordamos la Asunción de la Virgen María al cielo.

La Virgen de la Asunción es muy importante en la cultura y la religión de nuestro País , su celebración se remonta al…

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San Maximiliano Kolbe fue un sacerdote franciscano conventual polaco (1894-1941) conocido por su profunda devoción mariana y su sacrificio heroico en el campo de concentración de Auschwitz.

Nació como Rajmund Kolbe en Zduńska Wola, Polonia. Desde joven ingresó en la Orden de los…

Santa Juana Francisca de Chantal fue una religiosa francesa del siglo XVII, conocida por su profunda espiritualidad y su dedicación a la caridad, especialmente hacia los pobres y los enfermos

Una mujer de gran fe y fortaleza, que después de enviudar, decidió consagrar su vida a…

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Evangelio de hoy, miércoles 07 de mayo de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, miércoles 07 de mayo de 2025 

Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA III SEMANA DE PASCUA

Evangelio según San Juan 6, 35-40

 “El que cree en mí jamás tendrá sed”

Jesús dijo a la gente: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen. Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día”. Palabra del Señor.

Meditación

Este texto nos ayuda a entender lo importante de la fe como un don de Dios. Jesús dice: “Todo aquel que me da el Padre”, es decir, el llegar a Jesús no es únicamente voluntad humana sino más bien respuesta al don de la fe. Es un binomio que se debe enlazar y crecer.

Dios suscita en mí la fe en la resurrección de Cristo, en su ser Dios, en su presencia en mí, pero ahora debe de haber una respuesta generosa a esta revelación interior de Dios. A mayor fe, se esperaría una respuesta más grande de la persona. Sin embargo ¿qué pasa?, nos encontramos frecuentemente con gente que dice: yo creo en Jesucristo, creo que él es Dios, creo que está vivo, sin embargo su respuesta a esta fe no es congruente con lo que profesa, por ello no tiene Vida.

En otras palabras, Dios nos pone en el corazón el deseo de ir a Jesús, de conocerlo, de amarlo, de tenerlo como Señor, pero ahora depende de nosotros el caminar, es decir, el orar, el conocerlo en su Palabra, el recibirlo verdaderamente como pan de vida. Pan que da la vida eterna. Revisa en estos días qué tan generosa está siendo tu respuesta a la fe que Dios ha suscitado en ti.

    

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