Santa Brígida de Suecia (1303–1373) es un testimonio luminoso de cómo la santidad puede florecer en el corazón de la vida cotidiana, en el matrimonio, en la maternidad, y también en la entrega radical a Dios.

Nacida en el seno de una familia noble, desde joven recibió una…

La figura de María Magdalena, cuya memoria litúrgica celebramos el 22 de julio, ha sido durante siglos objeto de confusión y múltiples interpretaciones, muchas de ellas erróneas.

La tradición popular, sobre todo en Occidente, identificó durante mucho tiempo a María Magdalena con…

Del tratado de san Ambrosio, obispo, sobre los misterios

(Núms. 52-54. 58: SC 25 bis, 186-188. 190)

ESTE SACRAMENTO QUE RECIBES SE REALIZA POR LA PALABRA DE CRISTO

Vemos que el poder de la gracia es mayor que el de la naturaleza y, con todo, aún hacemos cálculos sobre los…

De las obras de san Buenaventura, obispo
(Opúsculo sobre el itinerario de la mente hacia Dios, 7,1.2.6: Opera omnia 5, 312-313)

LA SABIDURÍA MISTERIOSA REVELADA POR EL ESPÍRITU SANTO

Cristo es el camino y la puerta.
Cristo es la escalera y el vehículo,
él, que es la placa de la…

La historia de la Virgen del Carmen está profundamente ligada a la espiritualidad del Monte Carmelo, en Tierra Santa, y al desarrollo de la Orden del Carmen (Carmelitas):

📜 Origen bíblico y simbólico

El nombre “Carmelo” proviene del hebreo Karmel, que significa “viña de Dios”.…

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Evangelio de hoy, miércoles 23 de julio de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, miércoles 23 de julio de 2025 

Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA SEMANA 16ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Mateo 13, 1-9

 “¡El que tenga oídos, que oiga!”

Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!”. Palabra del Señor.

Meditación

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