Evangelio de hoy
SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA
Evangelio según San Marcos 16, 9-15
“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación”
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron. En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación”. Palabra del Señor.
Meditación
María Magdalena es la primera a quien se le aparece el señor, la primera en creer, la primera en comunicar la experiencia, y la primera en no ser creída cuando contó verle al Resucitado. Por eso, se la llama “la décimo tercer apóstol”, la que comunica la Buena Noticia de la Resurrección del Señor, la Vida presente entre ellos y que se cumple lo que se había anunciado.
En esta síntesis se destacan cuatro aspectos: a) Los testimonios sobre las apariciones del Resucitado: Si nos imaginamos encontrarle a la Persona a quien más se ama, a quien la mataron y que se la tenga viva delante nuestro, será algo absolutamente impresionante, nunca más esas personas dejarán de creer lo que estaban viendo y oyendo; b) La incredulidad de los discípulos frente a dichos testimonios, que aparentemente tiene una finalidad pedagógica para el autor, que quienes no lo hayan visto con los ojos humanos puedan verlo con los ojos de la fe, creyendo en las palabras de quienes lo vieron y lo transmitieron luego a pesar de que hayan dudado;
c) La Misión encomendada por el Señor a proclamar la Buena Noticia, como lo hace María Magdalena, a pesar de la falta de fe de los suyos; pero si no aceptan esa Buena Noticia es la condenación, si la aceptan, es la salvación; por tanto, la misión de todo discípulo es anunciar a Cristo resucitado, experiencia misionera que brota del encuentro gozoso con Él, quien está Vivo; y d) Ascensión y glorificación del Señor (cf. Mc 16,19-20).
Ya Pablo VI decía que “la Iglesia existe para evangelizar” (EN 14), esto es, llevar la Buena Noticia, esa es parte de su misma naturaleza, pues nació siendo misionera y así siempre debe ser. Tantos cambios en el mundo que no deja nada ni a nadie indiferentes, es el desafío en donde cada creyente, desde el Bautismo, lleva la impronta misionera de ser sal y luz de la tierra (cf. Mt 5,13-16).
Perdón Señor porque muchas veces tenemos muy poca fe, desconfiamos de tu Providencia y de tu Presencia en nuestras vidas. Ayúdanos a responderte con nuestro sí total para la misión que nos estás dando, aunque nos sintamos incapaces de cumplir a cabalidad con lo que nos pides. Gracias por confiar en nosotros a pesar de nuestras debilidades y limitaciones, a pesar de que no nos abramos siempre con docilidad a obedecerte. Amén.
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