Amigas y amigos,
Hermanos todos:

Buenos días. Muchas gracias por aceptar nuestra invitación a compartir este espacio de encuentro fraterno en el contexto del inicio de las actividades en Paraguay de la Academia Internacional de Líderes Católicos. Les doy la más cordial bienvenida.
Tenemos la alegría de compartir hoy con el fundador y Director General de la Academia Internacional, el apreciado amigo José Antonio Rosas, así como la del senador Francisco Javier Chahuán, político chileno de larga trayectoria, actualmente presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Chile, quienes nos honran con su presencia para el lanzamiento oficial de la Academia de Líderes en su capítulo Paraguay.
Para este encuentro invitamos a los miembros del Poder Legislativo, a los integrantes de la presidencia y mesa directiva de ambas cámaras del Congreso Nacional. Con los intendentes y presidentes de las juntas municipales de los 8 municipios que están en la jurisdicción de la Arquidiócesis de Asunción hemos tenido ya un importante recorrido en el espíritu de la Sinodalidad, promoviendo encuentros que han sido altamente satisfactorios y que deseamos retomar en la brevedad pues lo reconocemos como un valioso espacio para caminar juntos, como hermanos, por el bien común de nuestras comunidades de Asunción y del área metropolitana. Además, hemos considerado importante otras invitaciones a miembros del sector político por sus funciones y trayectoria que tienen relación con la finalidad de nuestra Academia de Líderes Católicos.
José Antonio Rosas les brindará toda la información relacionada con la Academia Internacional de Líderes Católicos y su expansión en varios continentes, países y diócesis del mundo. El señor senador Francisco Javier Chahuán compartirá con nosotros su reflexión sobre el quehacer político para promover el bien común, en este caso desde su experiencia como dirigente político, diputado, senador, y lo que implica el liderazgo desde los valores del evangelio contenidas en la Enseñanza Social de la Iglesia.
El tema propuesto para conversar en este desayuno compartido es “la cultura del encuentro” que tan oportunamente el Papa Francisco nos exhorta a asumir como un estilo de vida, viendo al otro como un hermano con quien construir una sociedad mejor y no como un enemigo al que hay que destruir, eliminar, ignorar.
Soñemos juntos en una sociedad mejor pues, todos somos hermanos, y ustedes, líderes con responsabilidades políticas pueden ser el motor, el corazón que impulsa la fraternidad y la amistad social como modo de hacer política, desde el diálogo y el reconocimiento de la dignidad del otro, del que piensa distinto, del que pertenece a una opción política diferente, del que en un determinado momento es un competidor, pero no un enemigo al que hay que destruir.
Por ello les entregamos hoy a cada uno de ustedes la carta del Papa Francisco “Fratelli Tutti” y les invito a tenerlo como libro de cabecera en su pensamiento y acción política. Sin dudas, puede constituirse en una fuente de inspiración y les puede ofrecer criterios de juicio en el ejercicio cotidiano de su delicada y difícil misión ante la sociedad.
Brevemente quisiera subrayar algunos párrafos inspiradores de la carta del Santo Padre, invitándoles a que luego, la tengan en su mesita de luz, o del tereré y puedan leerla, meditarla y encarnarlas en sus ámbitos de responsabilidad.
Dice el Papa: “reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad. Porque un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une con otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en el campo de la más amplia caridad, la caridad política” (Fratelli Tutti, N° 180).
En el número siguiente, el Santo Padre profundiza: “Todos los compromisos que brotan de la Doctrina Social de la Iglesia provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cfr. Mt 22, 36-40). Esto supone reconocer que el amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor. Por esa razón, el amor no solo se expresa en relaciones íntimas y cercanas, sino también en las macro-relaciones, como la relaciones sociales, económicas y políticas.” (N° 181).
Termino con este párrafo de la carta: “La caridad social nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar efectivamente el bien de todas las personas, consideradas no solo individualmente, sino también en la dimensión social que los une…La buena política busca caminos de construcción de comunidades en los distintos niveles de la vida social…A partir del amor social es posible avanzar hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos convocados…La caridad está en el corazón de toda vida social sana y abierta”.
Amigas y amigos, sin dudas, este es un desafío, cuya concreción, en alguna medida, esta en manos de cada uno de ustedes. Por esto les animo a ir adelante con valentía y esperanza, con la ayuda de Dios.
Reitero mi alegria y gratitud por aceptar la invitación de conversar sobre la cultura del encuentro y sobre la política como servicio a la caridad y amistad social que construye fraternidad.
Muchas gracias a la periodista Susana Oviedo Villamil por moderar este conversatorio. Fraternal desayuno
Asunción, 23 de mayo de 2024.

+ Adalberto Cardenal Martínez Flores
Arzobispo Metropolitano de Asunción