Monseñor Zacarías Martínez celebra 50 años de Ordenación Sacerdotal 

Desde el Arzobispado de Asunción invitamos a todos los fieles a participar de la Misa de acción de gracias por los cincuenta años de vida sacerdotal de nuestro querido Monseñor Zacarías Martínez.

Este domingo 21 de octubre, a las 10 horas, en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Mariano Roque Alonso.

A continuación, compartimos su biografía:

MONSEÑOR ZACARÍAS MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Nació en Atyrá el 5 de noviembre de 1942. Hijo de Bienvenido Martínez y Toribia Martínez. Son tres hijos, dos mujeres, una de las cuales falleció a los 6 años.

Estudios:
Primario: Compañía Caacupemí de Atyrá y la Escuela de Hogar de Niños y Ancianos del Asilo Nacional.
Bachillerato: Filosofía y Teología en el Seminario Metropolitano.
Ordenación: 27 de octubre de 1968 en el Seminario Metropolitano.
Cargos: Vicario Cooperador de la Recoleta, 1968. Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Barrio Jara, en el año 1969. Vicario Cooperador de la Parroquia de Luque, noviembre de 1969 a febrero de 1975. Miembro del equipo Directivo del Seminario Mayor y Vicario Cooperador de la parroquia de Lambaré de marzo de 1975 a enero de 1978.

Otros:
• Miembro del Equipo Nacional de Liturgia (música sacra).
• Socio fundador del Círculo Paraguayo de Artes Mágicas (CIPARMA)
• Fue Cura Párroco de la Parroquia Virgen de la Medalla Milagrosa de Fernando de la Mora, desde el 29 de enero de 1978, durante 17 años.
• Dirigió la Escuela y Colegio parroquial Medalla Milagrosa.
• Fue secretario Ejecutivo del equipo Nacional de Presbíteros de la Conferencia Episcopal Paraguaya y vicepresidente de la ASIEC Nacional (Asociación de Instituciones Educativas Católicas).
• Coordinador del Departamento Arquidiocesano de Diaconado Permanente.
• Delegado diocesano ante el equipo Nacional de Presbíteros.
• Miembro del Consejo Presbiteral de la Arquidiócesis.
• Miembro del Colegio de Consultores de la Arquidiócesis.
• Coordinador de la ESAMPA (Escuela de Animación Misionera del Paraguay) de la OMP (Obras Misionales Pontificias)
• Iniciador de VICAJEMA (Virginidad y castidad con Jesús y María)
• Vicario Episcopal Territorial Zona Norte de la Arquidiócesis de Asunción.

Actualmente:
• Párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Mariano Roque Alonso.
• Decano del decanato 10.
Además, fue nombrado ciudadano dilecto de Fernando de la Mora, Luque y Mariano Roque Alonso.

Extracto del material elaborado por el departamento de Comunicación del Arzobispado de Asunción, en el marco de la celebración del 50º Aniversario de Ordenación sacerdotal:

¿Te querés ir al Seminario?
Cuando Zacarías Martínez creyó tener todo arreglado para estudiar Mecánica en la Digetren (Dirección General del Servicio Tren) de las Fuerzas Armadas, ubicada en el barrio Recoleta, formaba parte de un grupo de niños y adolescentes que concurrían al Hogar de Niños del Asilo Nacional, donde su padre trabajaba de jardinero. En esta institución a cargo de las hermanas Vicentinas, también funcionaba una escuela para los niños internos. Entre ellos se encontraba Zacarías Martínez que durante el día iba al Hogar y por las noches volvía a casa con su familia. “Como éramos muy pobres, pensé estudiar mecánica en la Digetren por tres razones: seguir el Básico, hacer el servicio militar obligatorio, y salir con un oficio”. En ese proyecto se hallaba, porque terminaba la Primaria, cuando un día la Hermana Isabel Arce, encargada del pabellón de Niños del Asilo le plantea:
-¿Querés ir al Seminario?
-Sin pensarlo, respondí sí.
“Recuerdo que luego fui a la chacra que había ahí, y bajo un limonero lloré muchísimo. Tenía un gozo en el corazón. No fue un llanto de amargura, sino de felicidad”.
Él había venido con sus padres y hermanas de Atyrá a Asunción. “Mi papá era ñembo´e´ýva (guía en los rezos). Recorría las Compañías para rezar el Novenario a los difuntos y a los santos patronos. Procedo de una familia donde el papá era de mucha oración”.
Para que pudiera ir al Seminario, sus progenitores recurrieron al Padre Juan Bautista Queiroz, párroco de la Recoleta, en cuya jurisdicción residían.“Mi familia era pobre”. Entonces la parroquia de la Recoleta se encargó de solventar sus estudios. En 1957 ingresó al Seminario Metropolitano donde conoció a sus demás compañeros. Allí desarrolló su formación de doce años.
“Tardé mucho en decidirme. Prácticamente fue en el último año cuando me decidí y todo se dio de seguido: tonsura, lectorado, acolitado, exorcista, el subdiaconado, el diaconado, y el presbiterado. Normalmente hay un espacio de seis meses entre estas etapas. A mí me dispensaron de ello y en menos de un mes, ese último año de seminario, llegué al sacerdocio. No me había planteado salir. Es sólo que al llegar al final de la formación, por lo visto no me había planteado volver a reflexionar sobre mi vocación”.
Su primer destino como sacerdote fue la parroquia de la Recoleta, la que se había hecho cargo de costear su formación. Allí fueron designados con él también recién ordenado padre Dionisio Echagüe. Ambos acompañaron al párroco Bartolomé Funes Marín. Atendían además la parroquia Virgen de Fátima, de Barrio Jara, donde al año siguiente, Zacarías Martínez asumiría como nuevo párroco. “Estuve 9 meses allí y ya entonces había formado un equipo de sacerdotes. Conseguimos permanecer juntos, y nos asignaron las parroquias de Luque, San Lorenzo, San Antonio, Ñemby, Villa Elisa. Nos proveyeron de motocicletas, porque los caminos eran difíciles entonces”.En esa época adoptaron la modalidad de encontrarse indefectiblemente los lunes “para continuar nuestra revisión de vida”. Instauraron el “Lunes Sacerdotero” para apoyarse mutuamente.
“Si sabíamos de alguno que afrontaba alguna dificultad, íbamos a visitarlo a su parroquia para acompañarlo, estar con él”. Eran como 15 sacerdotes en el grupo.
El padre Zacarías Martínez es “Ciudadano Ilustre” de Luque, por resolución de la Municipalidad local. Desde el 2003 y por 13 años estuvo como Cura Rector del santuario Nuestra Señora del Rosario de esta ciudad. Desde el 2016 se desempeña como párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Mariano Roque Alonso. Su actitud sacerdotal es “estar siempre disponible”. Como un verdadero servidor de Dios.