Evangelio de hoy
SÁBADO DE LA OCTAVA DE PASCUA
Evangelio según San Marcos 16, 9-15
“Anuncien la Buena Noticia a toda la creación”
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron. En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación”. Palabra del Señor.
Meditación
Al instante se pusieron en camino para anunciar a Cristo. Al Papa se le confía la misión de la Iglesia; Él es expresión de la unidad querida por el Señor. Consideramos estos años la unidad en la diversidad, mientras que el Papa nos da ejemplos que no siempre son aceptados por todos. Ya hemos pasado por la corrupción generalizada en la edad media y después por el conciliarismo, aunque los santos defendieron la fe con sus vidas.
“A Pedro, pues, le ha sido confiada la Santa Iglesia, y por esto se dice al mismo de una manera especial: «Apacienta mis ovejas». Lo que después se demuestra en palabras, ahora se significa por las obras. Este, pues, lleva los peces a la “playa firme”, porque enseña a los fieles la “estabilidad de la vida eterna”. Esto hizo siempre con la predicación y las epístolas, y ahora lo hace todos los días por signos y milagros. Pero al decir que la red estaba llena de grandes peces, expresa cuántos, y dice así: «Llena de grandes peces: 153»”.
– Sigue S. Gregorio Magno: “Multipliquemos el siete y 17×3 y resultarán cincuenta y uno (el 7 = todo el año), en cuyo año todo el pueblo descansaba de todo trabajo (año sabático); pero “el verdadero descanso” consiste en “la unidad”, porque donde hay división no hay verdadero descanso (Homilía 24).
Sigamos rezando por la vida y misión del Papa Francisco; le encomendamos a la intercesión de la Bienaventurada, siempre Virgen María.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste!
Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchen: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos.
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