Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA SEMANA 19ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Mateo 18, 15-20 

“Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente”

Jesús dijo a sus discípulos: Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos. Palabra del Señor.

Meditación

Los trabajadores de primera hora protestan, porque vieron que a los últimos contratados y que trabajaron tan poco se les paga lo mismo. Entonces reclaman al dueño indicando que es injusto, pero el dueño les dice si por qué ven con malos ojos (haciendo alusión a la envidia y animosidad contra los que recibieron el favor) su decisión expresando: “Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario?” Le está haciendo notar que fue eso lo que acordaron, por tanto, realmente no es injusto con ningún trabajador.

“Los primeros”: se refiere a fariseos o maestros de la Ley y, también, a todo el pueblo de Israel elegido por Dios, quienes se creían con derecho de reclamarle a Dios y pasarle la factura por las obras o acciones que hacían. Pero, Dios actúa siempre más allá de nuestros méritos y a todos nos retribuye igual: nos comunica su Espíritu y nos llena con su Gracia para que alcancemos y experimentemos su misericordia. Invita a no ser envidiosos ni celosos si Dios le quiere regalar mucho a quien para nosotros no se merece, así como lo hace con nosotros. Ojalá nos ponga feliz si existen personas que se convierten en distintas horas del día, o en distintas etapas de la vida, pues “para Dios nada hay de imposible” (Lc 1,37).

“Los últimos”: “Espero que al final de mi vida, cuando sea juzgado sobre el amor, Jesús me reciba como al último jornalero de su viña, al cual paga la misma recompensa que al primero, diciéndome como al ladrón arrepentido: ‘Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso’ (Lc 23,43)” (Card. Van Thuan). Feliz día a todos los catequistas en su día.

 

Perdón Señor porque muchas veces nosotros tenemos la tentación de reclamarte por las cosas que hacemos o porque estamos perseverando dentro de una experiencia específica de fe. Ayúdanos a no ser ni envidiosos ni celosos con aquellas personas a quienes Tú les favoreces con dones, talentos y tantas gracias en sus vidas, pensando tal vez en que ellas no se merecen y nosotros sí. Gracias porque siempre actúas con bondad y misericordia, dando oportunidad de ser tu servidor a toda persona en cualquier momento de la vida, porque sabemos que Tú no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva (cf. Ez 18,23). Amén.