Evangelio de hoy
JUEVES DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO
Evangelio según San Marcos 9, 41-50
«Vivan en paz unos con otros»
Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al infierno. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Porque cada uno será salado por el fuego. La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros. Palabra del Señor.
Meditación
Escándalo e incompatibilidad, amenazas a la esperanza. Jesús afirma que de los pobres y de los que son como niños es el Reino de Dios. ¿Qué representa la sal y cuál es su significado? “Conforme al Levítico, está prohibido ofrecer al Señor un sacrificio que no haya sido sazonado con sal. Poner sal en la boca: la meditación de las Escrituras, según el Espíritu, sin la cual es imposible presentarse ante Dios por mediación del Verbo (Metodio, El banquete 1,14). Es lo mismo que meditar, discernir, poner en práctica la Escritura por un bien divino, que requiere el todo o nada, aunque la recompensa también es necesaria.
Los pobres y los niños, sus vidas valen por sí mismos. Los mayores, padres de familia, educadores, gobernantes han de estar atentos sobre la herencia que dejaremos a la posteridad. “Nada de cristiano (y de humano) tiene quien es contra testimonio, explota y destruye, las vidas de los otros fingiendo. Se trata de la doble vida, que escandaliza, y demanda conversión” (Papa Francisco, 23 de febrero de 2007). El testimonio es signo de esperanza.
El Salmo 1 nos ofrece la cercanía del Señor para discernir la felicidad, muy distinta del “camino de los impíos, que en la senda de los pecadores se detienen y se burlan. Se refiere al hombre que tiene su fuerza en el Señor, se siente pequeño, sabe que sin Él no puede hacer nada. Es el bendecido del Señor”
¡Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor!
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los Cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
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