Hoy recordamos a los Santos Cirilo y Metodio, conocidos como los "Apóstoles de los eslavos", fueron dos hermanos de origen griego que desempeñaron un papel fundamental en la evangelización de los pueblos eslavos en el siglo IX. Nacieron en Tesalónica, Grecia, y son reconocidos…

“Pudo más quien más amó”
Escolástica, hermana gemela de San Benito, se consagró al Señor desde la infancia. Vivió a la sombra de su hermano, padre del monaquismo occidental, y fue la primera monja benedictina y fiel intérprete de su Regla monástica.

Nacida en Nursia (Italia) en…

En este día que se celebra la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la trata de Personas me uno al mensaje del Papa Francisco expresando que "no podemos aceptar que tantas hermanas y hermanos sean explotados de manera tan deleznable. El comercio de cuerpos, la…

Santa Ángela Merici (nacida el 21 de marzo de 1474, Desenzano, República de Venecia [Italia]—fallecida el 27 de enero de 1540, Brescia; canonizada el 24 de mayo de 1807; festividad el 27 de enero) fue la fundadora de la orden de las Ursulinas, la orden religiosa de mujeres más…

Faltan 24 días para la Apertura de la #PuertaSanta en el #Vaticano con la que da inicio al #AñoSanto2025
Sigue junto a #VaticanNews y #RadioVaticana la Apertura de la Puerta Santa el 24 de diciembre a las 19.00 (hora local en Roma).
🔴Youtube: https://www.youtube.com/@VaticanNewsES

Cargar más
Evangelio de hoy, lunes 03 de marzo de 2025
OLYMPUS DIGITAL CAMERA
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, lunes 03 de marzo de 2025 

Evangelio de hoy

LUNES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Marcos 10, 17-27

 «Porque para él todo es posible»

Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?”. Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”. El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. Él, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!”. Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”. Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible”. Palabra del Señor.

Meditación

En este pasaje Jesús nos hace ver lo importante que es ser libre, ya que ésta es una condición para poder entrar en el Reino de los cielos. Si bien es cierto que las riquezas son o pueden ser un fuerte lastre para entrar en el Reino, no podemos limitar nuestra participación en el Reino únicamente por este elemento.

Hoy el mundo nos propone nuevas y diferentes cargas que hacen difícil entrar a la vida en plenitud. Ejemplo de estas nuevas esclavitudes pueden ser nuestros trabajos, en donde se nos pide o nosotros mismos vamos decidiendo permanecer en ellos tanto tiempo que privamos de nuestra presencia a la familia; la televisión, que va minando la armonía familiar convirtiéndonos en verdaderas islas dentro de nuestras casas.

El Señor nos advierte que para los que están atados, para aquellos que no tienen al centro de su vida a Dios y los valores del Evangelio, les será sumamente difícil entrar en el Reino. No dejes que ninguna de estas cosas te esclavice y te prive de la paz y la alegría que el Reino de los cielos ofrece para todos sus moradores.

 

Relacionados

WordPress Theme built by Shufflehound. Arzobispado de la Santísima - ©2025