Evangelio de hoy

LUNES DE LA 4ª SEMANA DEL TIEMPO DE CUARESMA

Evangelio según San Mateo 1, 16. 18-21. 24a

 “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa”

Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Jesucristo fue engendrado así: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado. Palabra del Señor.

Meditación

     San José, custodio del Redentor. El origen a la vez humano y divino de Jesús (hijo de David, hijo de Abraham, hijo de María y engendrado del Espíritu Santo) responde a la pregunta por sus padres. ¿Cómo entra José en su parentezco? María es su esposa y él es prototipo del hombre de fe, además de ser justo y valiente. En sus dudas y resitencias observamos las nuestras, ante lo que es más grande que nosotros. Así, todo queda ante nuestra responsabilidad y capacidad de responder a la Palabra de Dios, manifestada en sueños o en acontecimientos.

     Los padres de familia, son bendecidos por “la fe de María que se encuentra con la fe de José”. Una fe que justo en ocasión de la maternidad de María es valorada y felicitada por Santa Isabel: “Dichosa tu, que has creído (Lc 1,45). Una dicha que en cierto sentido se puede aplicar a San José, porque él respondió con su obediencia de la fe (Rom 1,5) a la palabra de Dios, cuando le fue transmitida en aquel momento decisivo” (ver San Juan Pablo II, Redemptoris custos, 1989).

    ¡Y cuántos padres sacrificados y bondadosos acompañan y defienden a la familia en estos tiempos difíciles; y cuántos padres de familia serán tocados por el ejemplo y la intercesión de San José!

Glorioso patriarca San José, cuya intercesión

 sabe hacer posible las cosas imposibles, ven en mi ayuda

en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo pronto protección

las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo,

a fin de qué tengan una feliz solución. Mi bien amado padre:

toda mi confianza esta puesta en ti.

Y dado que lo puedes todo ante Jesús y María,

muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén