Evangelio de hoy

Lunes de la 19ª Semana del Tiempo Durante el Año

Santo Domingo, Presbítero

“Lo matarán y al tercer día resucitará”

Evangelio según San Mateo 17, 22-27  

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?”. “Sí, lo paga”, respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?”. Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”. Palabra del Señor.

Meditación

Jesús, camino de Jerusalén, anuncia de nuevo a los suyos la pasión y muerte que le esperan, pero que su resurrección coronará la obra.  Él asume el plan del Padre en su totalidad y vive el vaciamiento de sí en su corazón y ante el pueblo. También es una invitación a todo laico bautizado que en su seguimiento como discípulo misionero debe continuar el mismo camino. Luego encontramos que el Evangelista Mateo presenta a Jesús como Hijo de Dios, y por eso no tiene obligación de pagar el impuesto del templo, pero paga el impuesto de manera milagrosa para cumplir su deber y no dar escándalo.

En el camino de la fe necesitamos el discernimiento para asumir la causa de Cristo, ya que la vida o la muerte están en la mano de Dios. La cruz forma parte de su seguimiento, la misión del orden secular del cristiano está obligado a no sentirse nunca exento ante la Ley, ya que es “hombre de Iglesia en el corazón del mundo y hombre del mundo en el corazón de la Iglesia”.

Gracias Señor por llamarnos a ser Apóstoles laicos dando testimonio de Ti.

Enséñanos a cumplir con nuestros deberes cristianos en la sociedad con libertad y amor.