Evangelio de hoy

MARTES DE LA SEMANA 9° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Marcos 12, 13-17

“Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”

Le enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o no?”. Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario”. Cuando se lo mostraron, preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”. Respondieron: “Del César”. Entonces Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”. Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta. Palabra del Señor.

Meditación

Jesús es un crítico despiadado de la élite orgullosa e hipócrita, ambiciosa y rapaz, que termina siempre siendo autorreferencial. Por eso será condenado por las autoridades nacionales, abandonado por muchos combatientes desengañados y luego, ajusticiado, porque había que mantener el orden y la legalidad. Para Jesús la alternativa no es Dios y el César, sino Dios y todo tipo de movimiento humano, aun llamado de liberación, que de alguna manera intente ocupar el monopolio de lo absoluto, que sólo a Dios le corresponde. El poder, aun el poder liberador, lleva en sí el virus de la pretensión absolutista que más tarde o más temprano se desarrollará. De ahí que, siempre un profeta se mantiene a distancia de cualquier tipo de poder que puede llevarle a tomar decisiones que vayan en contra de la voluntad de Dios.

Atención: con la expresión “den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”, no se debería interpretar como significado de dos mundos opuestos, el de la política y de la religión. Sino de autonomía de los valores temporales, pero no de oposición a las exigencias del Reino de Dios. Una realidad creada por Dios, necesariamente refiere a su Creador. El hombre forma e integra en sí una sola persona, “un solo yo”, que es el que está llamado al Reino de Dios y a construir ese Reino de justicia, de amor y de paz en el tiempo, como un signo de eternidad. La realidad política es autónoma, pero la Iglesia siempre está llamada a colaborar y cooperar para la edificación del bien común en donde sea. Lo más importante es dar al César lo que es del César, cumpliendo con las obligaciones ciudadanas, con las leyes y normas; y dar a Dios, nuestra imagen, nuestra persona, pues a Él le corresponde.

Perdón Señor porque muchas veces caemos en la tentación de querer hacer todo a través de la política partidaria, como el único medio para lograr los objetivos dentro de la sociedad, o también decir que toda política es mala y arrinconarse en la propia casa. Ayúdanos a darte lo que te corresponde: tu imagen, nuestra persona, entregarte para siempre con todas las consecuencias, sin olvidar de nuestro compromiso social. Gracias por enseñarnos a salir de situaciones con tendencias maliciosas siempre encontrando la mejor solución para todos. Amén.