Hoy celebramos la Transfiguración del Señor. En el relato del evangelio según San Lucas 9, 28, Jesús reveló su divinidad a los apóstoles en el monte Tabor. En este día, recordamos que Jesús es el Hijo de Dios, la luz que ilumina nuestras vidas y el camino que nos conduce a la…

Recordamos hoy agradecidos a los sacerdotes y curas párrocos. Oramos que por intercesión de San Juan María Vianney sean ejemplos de amor y caridad para el pueblo Santo de Dios.

"Mi corazón late por las almas, y mi oración es por la conversión de los pecadores."

San Juan María Vianney prótege a los sacerdotes e intercede por cada uno, cóncedeles la sabiduría necesaria para seguir pastoreando el rebaño.

" La Humildad es la base de todas las virtudes"
Pidamos a Dios tener siempre un córazon humilde y predispuesto para ser testimonios de su amor.

De las obras de san Alfonso María de Ligorio, obispo
(Tratado sobre la práctica del amor a Jesucristo, edición latina, Roma 1909, pp. 9-14)

EL AMOR A CRISTO

Toda la santidad y la perfección del alma consiste en el amor a Jesucristo; nuestro Dios, nuestro sumo bien y nuestro…

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Evangelio de hoy, miércoles 06 de agosto de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, miércoles 06 de agosto de 2025 

Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA SEMANA 18ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Lucas 9, 28-36

 “Este es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo”

En aquel tiempo, Jesús se hizo acompañar de Pedro, Santiago y Juan, y subió a un monte para hacer oración. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes. De pronto aparecieron conversando con él dos personajes, rodeados de esplendor: eran Moisés y Elías. Y hablaban de la muerte que le esperaba en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño; pero, despertándose, vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con él. Cuando éstos se retiraban, Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres chozas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías”, sin saber lo que decía.

No había terminado de hablar, cuando se formó una nube que los cubrió; y ellos, al verse envueltos por la nube, se llenaron de miedo. De la nube salió una voz que decía: “Este es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo”. Cuando cesó la voz, se quedó Jesús solo. .

Los discípulos guardaron silencio y por entonces no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor.

Meditación

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