Evangelio de hoy

SÁBADO DE LA SEMANA 14° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Mateo 10, 24-33

“Yo lo reconoceré ante mi Padre “

Jesús dijo a sus apóstoles: El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo al infierno. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre de ustedes. También ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres. Palabra del Señor.

Meditación

No teman a los que matan, dice Jesús, en dónde anima a sus discípulos a no acobardarnos ante su seguimiento, pues el martirio es la corona final del profeta. No defender la justicia y la verdad por miedo es cobardía, y es una forma de negar a Cristo ante los hombres.

La Iglesia tiene un compromiso histórico de dar testimonio del Señor ante los hombres, como nos decía Juan Pablo II, en Paraguay: “No se puede arrinconar a la Iglesia en sus templos”(16/05/1988). El testimonio de la fe lo importante es la parresia, no los éxitos. Jesús sigue repitiendo: “¡No teman!, ¡No les tengan miedo!”. La fidelidad del Señor es fiel e infalible.

-Concédenos Señor la humildad y fortaleza de la Santísima Virgen María, para decirte siempre Sí.

-Fortalece mi debilidad para confesarte siempre como mi Señor y Salvador.