Evangelio de hoy

SÁBADO DE LA 2° SEMANA DE ADVIENTO

Evangelio según San Mateo 17, 10-13

“Debe venir a poner en orden todas las cosas

 

Los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?”. Él respondió: “Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Así también harán padecer al Hijo del hombre”. Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista. Palabra del Señor.

Meditación

     Brille tu rostro, nos salve y dignifique el rostro humano. El deseo de ver el rostro de Dios, en la Biblia y en los corazones humanos, nos ayuda a rezar, meditar y contemplar en este Año en que aprendemos a hacer oración. Los rostros de Jesús, María y José nos ayudan a trascender y contemplar el rostro de Dios. La experiencia edificante, impresionante, importante nos hacen crecer como personas en las relaciones familiares, comunitarias y sociales.

     A los discípulos no les basta valorar a Elías y a Juan el Bautista. Elías luchó contra las contaminaciones o falsificaciones del culto idolátrico para defender la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Dios en la Biblia es un Dios de vivos, de jueces, legisladores, reyes, sacerdotes y profetas, del pueblo. Juan Bautista realizaba de modo similar una crítica mordaz a todo lo inauténtico que causaba mucho daño a la gente.  Jesús, como Hijo del hombre, enseñaba, aprobaba y confirmaba con palabras, gestos, y acciones, lo realizado por Dios en la vida de su pueblo. Por ello, le harían padecer hasta morir. Hijo del hombre es un título cristológico referido a un personaje misterioso que significa humano

     San Jerónimo (s. 4) nos cuenta que una tradición judía fundada en Malaquías (4), Elías debía venir a convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y los de los hijos hacia los padres; y restaurar todas las cosas a su estado original. Y San Juan Crisóstomo nos advierte que los judíos mal interpretaban las profecías que: si Elías no vino, seguirían esperando al precursor del Mesías, mientras que “las Escrituras nos hablan de dos venidas de Cristo”. La primera ya ocurrió y ahora en el 2023, seguimos esperando su venida en Gloria. Contemplemos en los rostros de María, de José, del pobre… el rostro de Dios.

Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Pastor de Israel, escucha (Sal 80),

Tú que te sientas sobre querubines, resplandece.

Despierta tu poder y ven a salvarnos.

Que tu mano proteja a tu escogido,

al hombre que tu fortaleciste.