Evangelio de hoy

TIEMPO DE NAVIDAD

Evangelio según San Juan 1, 43-51

“Maestro, Tú eres el Hijo de Dios

Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: “Sígueme”. Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a Aquél de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”. “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”. Palabra del Señor.

Meditación

     En los niños y adolescentes ya está el futuro de la humanidad.  Todos quisiéramos mejores condiciones de vida, que pasa por el respeto a la persona y el reconocimiento de la dignidad humana. El Papa Francisco lo dijo en un encuentro organizado por el Dicasterio para la cultura y la educación a los participantes entre quienes estaban científicos, ingenieros, juristas y filósofos (27/III/2023).

    Y en su mensaje de paz en relación a la inteligencia artificial recordó este año: No podemos presumir a priori que su desarrollo aporte una contribución benéfica al futuro de la humanidad y a la Paz entre los pueblos. Tal resultado positivo sólo será posible si somos capaces de actuar de forma responsable y de respetar los valores fundamentales como la inclusión, la transparencia, la seguridad, la equidad, la privacidad y la responsabilidad (Mensaje 1/I/2024).   

    Necesitamos rezar y trabajar juntos en este sentido. Los niños piden cada vez más el teléfono móvil y los adolescentes pasan horas enteras en las redes, mientras que, en la mayoría de los casos, los padres y educadores están ausentes de esta situación. Los jovenes y las personas mayores no escapamos de esta cultura adveniente… no acompañada de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia, añadió el Papa. Necesitamos de una visión compartida de lo que hace que la vida merezca la pena.

¡Aclama al Señor, tierra entera!

Aclama al Señor, tierra entera,

sirvan al Señor con alegría,

entren en su presencia con vítores.