Hoy, en la Liturgia, la Lectura del Antiguo Testamento nos presenta la figura del rey Salomón, hijo y sucesor de David. Se le presenta al principio de su reinado, cuando era aún jovencísimo. Salomón heredó una tarea muy comprometida, y la responsabilidad que pesaba sobre sus hombros era grande para un joven soberano. (1Reyes: 3, 5-13) En aquellos días. el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo: “Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré”.

Salomón le respondió: Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas un corazón comprensivo para que sepa gobernar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?

Al Señor le agrado el pedido de Salomón, porque no pidió ni larga vida, ni riqueza, ni la vida de sus enemigos, sino sabiduría para juzgar con rectitud. Obraré conforme a lo que pides, le dice el Señor a Salomón, y esto te hará grande. Salomón llegó a ser célebre en todo el mundo por su sabiduría y sus rectos juicios. La petición de Salomón agrada al Señor porque está hecha con humildad.

Corazón comprensivo, entonces significa una conciencia que sabe escuchar, y saber escuchar con el Corazon de Dios mismo, que es sensible a la voz de la verdad, y por esto es capaz de discernir el bien del mal. En el caso del joven Salomón, la petición es por la gran responsabilidad de guiar una nación, Israel, el pueblo que Dios eligió para manifestar al mundo su designio de salvación. El rey de Israel, por tanto, debe buscar estar siempre en sintonía con Dios, a la escucha de su Palabra, para guiar a su pueblo por los caminos del Señor, el camino de la justicia y de la paz. Pero el ejemplo de Salomón vale para cada persona. Cada uno de nosotros está llamado a ser guía y orientadores, para actuar según la recta conciencia, obrando el bien y evitando el mal.

Que le pedirías al Señor, cuando te dice, pídeme lo que quieras. El Señor nos enseña a pedir en el Padre nuestro, hágase tu voluntad así en el Tierra como en el cielo. Pedimos el discernimiento para sintonizar con la Divina Voluntad.

Entre los pequeños y humildes de corazón, a los que han sido revelados de manera muy especial los secretos del Reino, resplandece Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, monja profesa de la orden de los Carmelitas Descalzos, Doctora de la Iglesia.de la que este año se celebraremos 150 años de su nacimiento en Francia. Durante su vida, Teresa descubrió «luces nuevas, significados ocultos y misteriosos» (Ms A 83 v) y recibió del Maestro divino la «ciencia del amor», que luego manifestó con particular originalidad en sus escritos. Recibió del Maestro el significado del tesoro escondido y de la perla fina del Amor. Se hizo sacrificio de amor. Todo lo ofrecía en oración como la Beata Ma. Felicia de Jesús Sacramentado.

Esa ciencia es la expresión luminosa de su conocimiento del misterio del Reino y de su experiencia de amistad personal con Jesús. Se puede considerar como un carisma particular de sabiduría evangélica que Teresa, como otros santos y maestros de la fe, recibió en la oración (cf. Ms C 36 r). Junto con san Francisco Javier, es patrona de las misiones. En el día de la amistad verdadera, no podemos no hablar de los Santos,

“La oración es el camino para conocer a Dios” “La santidad es la prueba de que la voluntad de Dios se está cumpliendo” (Decía Santo Domingo)

Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) fundó la Orden de los Frailes Predicadores, llamados dominicos. Nació en una familia acomodada en un pequeño pueblo de Castilla la Vieja. Su madre fue la beata Juana de Aza. Ella misma eligió el nombre de su hijo en agradecimiento a santo Domingo de Silos († 1073), después de una peregrinación en la que rezó en su tumba para comprender un sueño que tuvo durante su embarazo. Había soñado con un perro que salía de su vientre con una antorcha encendida. Gracias a la intercesión del santo, entendió que su hijo prendería fuego al mundo con el fuego de Jesús, a través de la predicación. Cuando era adolescente, fue a Palencia para estudiar humanidades y teología, demostrando ya un talento increíble. En una ocasión, angustiado por el sufrimiento que estaba causando la hambruna, no dudó en vender sus preciosos pergaminos para ayudar a los pobres: «¿Cómo puedo estudiar sobre la piel muerta, mientras tantos de mis hermanos se están muriendo de hambre?», dijo a aquellos que no entendieron su opción. Ya entonces ardía de amor por Jesús y María.

Santo Domingo ha encontrado el tesoro. Cómo se puede adquirir sabiduría sobre la piel seca de pergaminos, teniendo el corazon seco e indiferente ante el sufrimiento de los demás. Cómo se pueden llamar amigos, amigotes, cuates para delinquir, para conspirar, para estafar, amigos de lo ajeno, amigos de la plata, amigos aduladores de maquillajes por los intereses personales.

Hoy es también el Dia Mundial de lucha contra la trata de personas. En Paraguay también tenemos este mal de estas redes de delincuentes y criminales que trafican con personas. No pueden entre ellos llamarse amigos que celebran sus grandes logros destruyendo vidas. Cuando decimos somos un país de amigos, que realmente lo digamos y lo seamos porque buscamos sobre todo el interés y el sincero bienestar de los demás, fundados e inspirados cómo cristianos en la vida y enseñanzas de Jesús. El verdadero amigo es solidario con los sufrientes y vulnerables como lo fue y es el Señor Resucitado.

Eclesiástico 6:14-17 Encontrar un amigo fiel es como encontrar un tesoro o como hallar un refugio seguro. Un amigo fiel no tiene precio: su valor no se mide con dinero. Un amigo así nos salvará la vida. Si obedecemos a Dios, hallaremos ese amigo, y sabremos reconocerlo porque él también obedece a Dios.

Card. Adalberto Martínez Flores

Arzobispo Metropolitano