Queridos jóvenes:
Siracida 15. Delante del hombre están la muerte y la vida; le será dado lo que él escoja. Es infinita la sabiduría del Señor; es inmenso su poder y él lo ve todo.
Salmo 18: “Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón. Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente. Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
Les saludo con afecto y les digo que me siento inmensamente feliz de encontrarme con Uds. en esta ocasión de la Eucaristía en acción de gracias por la presentación del Itinerario Pascual 2023, de presentación y envío de la nueva Coordinación de la PJA.
Sé que están aquí representantes de diversas parroquias, vicarías y Movimientos Apostólicos de nuestra Arquidiócesis, gracias por esta presencia, por hacer posible este encuentro de fe, amistad y de fraternidad. Agradezco también a sus párrocos y asesores que les han animado a sumarse al encuentro de hoy. Yj de manera especial, agradezco al equipo de jóvenes y asesores de la PJA, responsables de la elaboración del Itinerario Pascual 2023; lo han hecho bajo la inspiración del Espíritu Santo, motivados por el amor a sus pares jóvenes para ofrecerles un recurso que les ayude y facilite la experiencia del encuentro personal y comunitario con Cristo, para dejarse abrazar por El y trabajar juntos por una iglesia, por un Paraguay mejor.
Uds. jóvenes son una hermosa realidad de la Iglesia, son signo de alegría y esperanza cuando les vemos trabajando juntos, sensibles y atentos a las necesidades de los demás, sobre todo de los más necesitados y vulnerables, cuando defienden y buscan la justicia, cuando rechazan la corrupción, el abuso de poder, cuando con sus vidas predican el Evangelio y contagian a otros a buscar y conocer a Jesús.
Sabemos que como jóvenes no son pocos los obstáculos que deben sortear en esta etapa de sus vidas, inseguridades, temores, incertidumbres hacia el futuro, soledades, muchas veces limitaciones en el acceso a la educación, escasa posibilidades de trabajo, explotación laboral, problemas y desafíos que crecen o se agudizan, por esto necesitamos crear comunidades, fortalecer las que ya tenemos, hacer redes, superando el individualismo, egoísmo y superficialidad que se quiere imponer en la sociedad, saliendo al encuentro de otros jóvenes que están alejados, desanimados, heridos, enfermos, tristes, contagiando esperanza en la vida de los sufren, generando alegría en sus familias, barrios, colegios, lugares de trabajo, en toda la sociedad que revive con el testimonio cristiano que nos regalan.
Aquí hago mía las palabras y reitero el mensaje del Papa Francisco que les decía, “Queridos jóvenes, les necesitamos, necesitamos su creatividad, sus sueños y valentía, su simpatía y sus sonrisas, su alegría contagiosa y también esa pizca de locura que ustedes saben llevar a cada situación, y que ayuda a salir del sopor de la rutina y de los esquemas repetitivos en los que a veces encasillamos la vida. Como Papa quiero decirles: la Iglesia está con ustedes y los necesita, a cada uno de ustedes, para rejuvenecer, explorar nuevos senderos, experimentar nuevos lenguajes, volverse más alegre y acogedora. ¡No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande! Aprópiense de la cultura del cuidado y difúndanla; sean campeones de fraternidad; afronten los desafíos de la vida dejándose orientar por la creatividad fiel de Dios y por buenos consejeros. Y, por último, por favor, acuérdense de mí en sus oraciones. Yo haré lo mismo por ustedes; los llevo en el corazón” (Encuentro en Awali con los jóvenes en la Escuela del Sagrado Corazón, a cargo de las Hermanas Misioneras Combonianas. 05/11/2022).
También hago un llamado especial a los asesores que están cerca de los adolescentes y jóvenes en las parroquias y Movimientos, a estar abiertos al llamado de Dios en el acompañamiento y orientación que este ministerio exige, sobre todo a estar cerca y saber orientarles en sus proyectos de vida, saber escucharles, tenerles paciencia.
Queridos jóvenes, una vez más les agradezco su presencia hoy en esta Santa Misa, les pido que no se cansen de hacer el bien, que se apoyen unos a otros, que hagan crecer y fortalecer la comunión en sus parroquias, decanatos y Movimientos Apostólicos, que sigan llenando de alegría, amistad, solidaridad, creatividad los espacios eclesiales y sociales, y así hagan crecer las redes de amistad y fraternidad, en torno a Cristo.
Pido a San Roque González de Santa Cruz, sus jóvenes compañeros mártires y a Chiquitunga, que son nuestros amigos y cuyas vidas nos inspiran, les guíen siempre; la Virgen María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les bendiga a todos con afecto.