La Iglesia celebra el 21 de noviembre la fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María en el Templo. Este día rememora el episodio narrado en los Evangelios apócrifos, en el que la Virgen María fue consagrada al servicio del Templo de Jerusalén. La tradición señala que María fue acompañada por sus padres, Joaquín y Ana, y que permaneció en el Templo hasta los 12 años.
En este mismo día, la Iglesia celebra, desde 1953, por voluntad del Papa Pío XII, la Jornada «Pro Orantibus». Es una ocasión para recordar y orar por las comunidades monásticas contemplativas, que juegan un papel muy importante para la Iglesia.
Esta jornada invita a tener presente a esos hombres y mujeres que, en el silencio y el anonimato, se entregan cada día al bien de la Iglesia y de sus hermanos. Son personas que han elegido seguir a Cristo más de cerca, con la particular vocación a la vida contemplativa, dedicándose a tiempo completo a Dios, en favor de aquellos que viven en el mundo.
MONASTERIOS EN EL PARAGUAY
En nuestro país la vida contemplativa existe desde 1951 y las monjas han sido las pioneras.
El primer monasterio femenino fue el de las Carmelitas Descalzas de Asunción, donde vivió sus últimos años y murió en olor de santidad, la hoy Beata Hna. María Felicia de Jesús Sacramentado. Posteriormente fueron fundados cuatro monasterios de Carmelitas más: en Encarnación (1977), Caacupé (1991), Benjamín Aceval (1995) y Ciudad del Este (2021).
Las Clarisas (Orden de Santa Clara) fundaron en la ciudad de Villarrica en 1965.
Las Monjas de la Visitación de Santa María (llamadas también «salesas» o «visitandinas») fundaron en Ciudad del Este en 1981.
El 1984 se funda el primer monasterio masculino en el Paraguay. Fueron los Monjes Benedictinos que, procedentes de la Abadía de Santa María de los Toldos (Buenos Aires), fundaron el Monasterio Tupãsy María en la ciudad de Santiago, Misiones.
En este tercer milenio el Señor ha regalado a la Iglesia en el Paraguay nuevas comunidades contemplativas:
En la rama femenina tenemos a las Hermanas Apóstoles de la Divina Misericordia de la Adoración Perpetua en Aregua (Arquidiócesis de Asunción) y en Villarrica.
Las Monjas del Silencio y la Santa Cruz en Ytu, diócesis de Caacupé.
Las Monjas Faustinas de Jesús Misericordioso en Ciudad del Este.
Las Monjas Ermitañas de la Santa Cruz en la diócesis San Juan Bautista de Ñeembucú.
Y las Clarisas Capuchinas, que fundaron su primer monasterio en Paraguay en el año 2023 en el barrio Santísima Trinidad de Asunción.
En la rama masculina:
La Comunidad Monástica San José, en Santa María (diócesis de San Juan Bautista).
Y los Ermitaños Benedictinos de la Reparación Eucarística, en las inmediaciones de la ciudad de San Alberto (diócesis de Ciudad del Este).
Fuente: Comunidad Monástica San José (@paracuaria.liturgica)
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