Evangelio de hoy

LUNES DE LA SEMANA 19° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Mateo 17, 22-27

“Lo matarán y al tercer día resucitará”

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de uste­des no paga el impuesto?”. “Sí, lo paga”, respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?”. Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”. Palabra del Señor.

Meditación

En el primer anuncio de la Pasión (cf. Mt 16,21), Jesús llegó a advertir acerca de la necesidad de ir a Jerusalén para sufrir, morir y resucitar ahí. En este segundo anuncio (cf. Mt 17,22-23), Él ya no habla de los grupos judíos que provocarán su muerte -ancianos, sumos sacerdotes, maestros de la Ley-, sino de los hombres en general; incluso en lugar del reproche de Pedro (cf. Mt 16,22), los discípulos sólo aciertan a entristecerse (cf. Mt 17,23), pero poco a poco se va aceptando este plan de Dios mediante la fe. No es una profecía tan atractiva la que Jesús está entregando a sus discípulos amados. En esa época todos debían pagar un impuesto anual para el templo, equivalente a dos jornales de un obrero.  Aunque la obligación de este impuesto no se podía urgir desde la Ley, pues los saduceos decían que sólo podían urgirse los impuestos señalados expresamente por la Ley (cf. Ex 30,11-16) y esto no figuraba en la misma.

Esto hizo que sondeasen la opinión del joven rabino de Galilea sobre esta cuestión muy debatida. Jesús no se opone a cumplir con esta prescripción, pero redimensiona el significado de este pago: si el Templo es la casa de Dios y los discípulos son la verdadera familia del Hijo de Dios, ambos debieran estar exentos, pero para que no se interprete mal ni los judíos se sientan ofendidos, pide a Pedro que pague por ambos. Siempre teniendo en cuenta en que no quería escandalizar a los más pequeños.

Se resalta la soberanía absoluta del Señor, quien pide para que vaya a sacar un pez y de ahí la moneda para pagar el impuesto. Nos enseña que la comunidad valora una institución judía importante, pero desde la perspectiva nueva del Mesías, enviado por Dios con toda su autoridad. San Maximiliano María Kolbe, patrono de la caridad, ruega por nosotros.

Perdón Señor porque no queremos seguir el camino de la Pasión, Muerte, Resurrección y Glorificación, por no querer llevar la Cruz todos los días. Ayúdanos a sumergirnos y confiar en tu amor y poder pasando por los dolores y sufrimientos, confiando en que también participaremos en el destino de la Vida eterna. Gracias por mostrarnos tu soberanía absoluta como Señor, tratándonos como a sus hijos muy amados y a quienes no les hará faltar lo necesario para vivir con dignidad y como buenos ciudadanos. Amén.