Evangelio de hoy

MARTES DE LA 2ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Marcos 2, 23-28 

 “¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?

Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: “¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”. Él les respondió: “¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?”. Y agregó: “El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado”. Palabra del Señor.

Meditación

¿Por qué hacen en sábado, lo que no está permitido? Jesús primero y sus discípulos también, superan y trascienden la legislación. La alianza de Dios con su pueblo, según la carta a los hebreos, nos lo recuerda. “Te llenaré de bendiciones y te multiplicaré abundantemente, dijo Dios a Abraham, nuestro padre en la fe”. Jesús dijo a los suyos “Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos” (ver Mt 28,20).

    Para ello los laicos, tanto los novios que van a contraer el matrimonio, o quienes juran mantenerse en el celibato; como los que van a asumir el orden sagrado, pastores en el oficio eclesiástico, juramos ante Dios un compromiso. Juramos por Cristo, de quien procede el regalo de la vocación, y desde entonces somos padres de familia o padres y madres espirituales en el pueblo de Dios.

    Perseverando en la fe y en la caridad, en la obediencia y en el servicio a Dios, no obstante los costos y sacrificios, teniendo la mirada fija en la gracia y la promesa de bendiciones. El juramento de fidelidad, de lealtad, se mantiene en la vida de todo el pueblo de Dios, ya que Cristo es siempre fiel a su alianza.

 

El Señor recuerda siempre su alianza!

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman. R/.