Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA SEMANA 25ª DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio según San Lucas 9, 1-6

 “Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia”

Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para sanar las enfermedades. Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos, diciéndoles: “No lleven nada para el camino, ni bastón, ni provisiones, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”. Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y sanando enfermos en todas partes. Palabra del Señor.

Meditación

Una vez más Cristo nos invita, como decía el Papa Francisco, a ser una Iglesia en salida. Es decir vivir hacia afuera. Salir al encuentro del otro, salir a cubrir las necesidades del otro, salir de nosotros mismos, salir de mi zona de confort, salir de mi mundo y entrar al mundo de otro que me necesita. 

Salir a curar enfermos, yo no soy doctor, pero puedo orar por ellos, puedo hacer intercesión por ellos. ¿Cómo voy a expulsar un demonio? yo no tengo las facultades, yo no soy exorcista. Hay muchos demonios que no necesitan de un exorcismo: el demonio de la incredulidad, el demonio de la indiferencia, el demonio del materialismo, de la superficialidad.
 
Hay que salir a invitar a nuestros hermanos, hay que salir a orar por nuestros hermanos que se encuentran, entre comillas “endemoniados” con estas inseguridades, con estas carencias, con estas creencias de autosuficiencia. 
 
Y ¿cómo salir? ¿cuáles son esas actitudes con las que Cristo nos invita a salir? Salir sin miedo, salir con decisión y confianza, salir con entusiasmo y fuerza, salir con alegría y esperanza. ¡Salir! 
 
Hay alguien allá afuera que necesita de mí. Salir allá afuera, hay alguien que necesita de mi sonrisa; salir allá afuera, hay alguien que necesita de mi tiempo; salir allá afuera, hay alguien que necesita de mi compañía; salir allá afuera, hay alguien que necesita de mi oración; salir allá afuera, hay alguien que necesita de mis brazos; salir allá afuera, hay alguien que necesita de mí.
 
Salir de nosotros mismos. No se nos olvide, somos una Iglesia en salida. Hoy salir y encontrar, hoy acoger al otro. Esa es la invitación de hoy: salir a encontrar; salir y acoger con los brazos abiertos a aquel que me necesita.