“… conocer es el modo más intenso de vivir” (*)

Semanario Encuentro

Por Nora Gauto

Bajo un título que desafiaba a tomar decisiones en primera persona y que despertó no pocas preguntas se propuso el desarrollo de una temática muy poco abordada y hasta poco atractiva, aparentemente: el cuidado de la fertilidad humana. “CONOCER PARA DECIDIR” se denominó el ciclo de seis encuentros que, entre los meses de mayo y julio, tuvo lugar en el salón Benedicto XVI del Seminario Metropolitano y fue organizado conjuntamente por el Consorcio de Médicos Católicos del Paraguay, la Pastoral de la Vida Arquidiocesana y el Instituto Superior “San Roque González de Santa Cruz”.

En nuestros días son muy pocas las personas que consideran la fecundidad, es decir la capacidad de generar una nueva vida, un bien integral de la persona. La mentalidad común, en general, ve en la fertilidad humana un peligro o hasta una amenaza, lo que lleva a que sea “tratada” casi como una enfermedad a combatir.

La experiencia de la gran mayoría de las mujeres o de las parejas que buscan hoy información sobre el modo de cuidar su fertilidad, en vistas a la planificación familiar, muestra que la anticoncepción artificial se les plantea casi como única posibilidad confiable. Pero esa no es la única opción, existen también otros métodos de cuidado de la fertilidad que no necesitan suprimir ciclos absolutamente naturales, de modo artificial, produciendo consecuencias negativas en la salud. Conocer las distintas opciones accediendo a información clara, con rigor científico, conscientes de la finalidad y no en base a prejuicios, medias verdades o desinformación es condición necesaria, sine qua non decían los latinos (expresión que en español significa “sin la cual no”) para que la decisión que se tome respecto a cómo cuidar la fertilidad sea verdaderamente libre; además, ofrecer un espacio de formación que favorezca el conocimiento y permita la toma de decisiones libres, fueron los objetivos claros de los organizadores del evento.

De la mano de profesionales médicos, especialistas de reconocida trayectoria, se abordó  el tema en toda su amplitud:

  • Los métodos artificiales de control de la natalidad, los métodos naturales de cuidado de la fertilidad, a cargo de la Dra. Ylbe Palacios de Franco, Especialista en Ginecología y Obstetricia., en Tracto Genital Inferior y Colposcopia, Máster en Perinatología. Docente de la Facultad de Ciencias Médicas, UNA.;
  • La NaProTECHNOLOGY, a cargo de la Dra. Angélica Sarmiento, Especialista en Ginecología y Obstetricia, en Bioética y en Endocrinología Ginecológica y Reproductiva. Practitioner del Sistema de Cuidado de la Fertilidad del Modelo Creighton, y “Consultor Médico” en NaProTechnology.Profesional del modelo Creighton de Planificación Familiar Natural (FCP). Responsable en Paraguay de “ICare Fertilyty Care Services”.;
  • Las implicancias éticas de las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA),  a cargo del Dr. Mario Meyer, Especialista en Oncología, Hematología y Bioética. Docente de la Facultad de Ciencias de la Salud, UCA.

Pero fue la explicación detallada sobre fertilidad humana y  los métodos naturales de cuidado de la misma el aspecto de mayor novedad del ciclo. Gran parte del auditorio recibía por vez primera información científica respecto a métodos seguros, saludables, sin costos económico elevados y al alcance de todas las personas que tengan el deseo de formase en ellos; y que, además, cuentan con el beneficio añadido de fomentar el diálogo, el respeto y la responsabilidad común a la hora de recibir los hijos, es decir, fomentan el amor en la pareja.

La presencia de un público de alrededor de 150 personas interesadas en conocer y cuidar su fertilidad, incluidos numerosos jóvenes, desarmó la idea falsa de una “temática poco atractiva” y desnudó la necesidad de formarnos y ayudar a formar a otras personas en este tema. Algunas estaban allí para superar la gran cantidad de prejuicios e informaciones erradas que se tienen ante los métodos de cuidado integral de la fertilidad, tal vez porque ya han pagado el precio de ir contra ella y desean ahorrarse o ahorrar a otros las graves consecuencias; otras eran personas atraídas por  la perfección y simetría de la propia naturaleza que sabe prever y distribuir cíclicamente fenómenos y signos que pueden ser comprendidos por todos y que dan cuenta de cuán bien hechos estamos los seres humanos.

El trajín cotidiano ha provocado que vivamos de modo superficial algunas experiencias muy importantes y que hayamos olvidado otras, por ejemplo: que el sexo es una realidad rica y delicada, y pierde su encanto y su belleza cuando se manosea o se instrumentaliza; que el amor crece con un sí decidido: “sí te espero”, “sí te cuido”, “sí quiero tu bien y tu salud”; que no hay felicidad sin donación. Y en la confusión reinante descubrimos también que el amor a nosotros tiene demasiadas grietas y poca consistencia, por lo que ha surgido de modo casi automático la pregunta: “¿Nos conocemos realmente por fuera y por dentro?”.

Ha quedado claro, gracias al recorrido hecho, que el conocer y cuidar la fertilidad es, en realidad, un conocerse y cuidarse a uno mismo. Lo que se plantea a cada uno es la posibilidad de conocer más, no solamente para decidir, sino para vivir la vida con mayor verdad e intensidad.

(*) J. Vicente – J. Choza, Filosofía del hombre, ICF – Rialp, Madrid, 1993, 144