La grave situación que afecta a los pobladores por las inundaciones en los bañados de Asunción y a algunas comunidades del interior del país, nos interpela como Iglesia y como sociedad. Es necesario mirar el rostro de tantos niños, personas enfermas, personas de tercera edad que están sufriendo en los precarios albergues, muchos de ellos en condiciones infrahumanas, pero por sobre todas las cosas por el rechazo de cierto sector de la sociedad.

Nuestras acciones como Iglesia van encaminadas a sensibilizar a la población sobre la necesidad de humanizar esta emergencia, de incidir entre las autoridades para buscar soluciones definitivas a las inundaciones y a la pobreza en que viven miles de familias en los bañados y colaborar, junto con las autoridades nacionales, municipales y organizaciones, para mitigar los efectos de la actual emergencia.

Conforme las instituciones educativas de los bañados de Asunción sufran las consecuencias de esta situación, estaremos poniendo a disposición de las mismas las instalaciones de la Iglesia para el desarrollo de las clases. Actualmente están en funcionamiento los siguientes centros de albergue:

  • Centro Comunitario Chacarita alberga a la Escuela Elisa Alicia Lynch.
  • Parroquia Virgen del Rosario de Sajonia alberga a la Escuela Sotero Colmán.
  • Parroquia San Pedro y San Pablo del Barrio Republicano alberga a las Escuelas de Fe y Alegría del Bañado Sur.

Al mismo tiempo, en vista al crudo invierno que se aproxima, la Pastoral Social Arquidiocesana emprende una campaña solidaria de  recolección de ropas abrigadas, ponchos, frazadas, colchones, de buena calidad, para asistir a nuestros hermanos damnificados especialmente a los más vulnerables: niños, enfermos y adultos mayores que viven en los campamentos.

En esta Semana Santa, en la que celebraremos los acontecimientos más importantes de nuestra fe, instamos a las parroquias, comunidades educativas y fieles en general a ser partes de esta campaña a través de gestos concretos de solidaridad, con los hermanos que nos muestran el rostro de Cristo sufriente.