La fiesta del Santo Nombre de María se celebra cada 12 de septiembre, en honor a la Virgen Santísima. Esta conmemoración fue instituida por el Papa Inocencio XI en el año 1683, como acción de gracias por la victoria cristiana en la Batalla de Viena, atribuida a la intercesión de…

¡Felicidades, Albirroja! 🔴⚪🔴
Nos regalaste una alegría inmensa con esta clasificación histórica. Un triunfo de esfuerzo, de juego en equipo, de la garra guaraní que nunca se rinde.

Mensaje por el día de Santa Rosa de Lima

Hoy celebramos con alegría y esperanza el día de Santa Rosa de Lima, primera santa de América y patrona del Perú, del continente americano y también de la Policía Nacional del Paraguay.

Santa Rosa, terciaria dominica, nos dejó un…

Hoy la Iglesia celebra con gratitud y reverencia la memoria del martirio de San Juan Bautista, profeta valiente, precursor del Señor y testigo fiel de la verdad. Su vida y su entrega total nos recuerdan que la fidelidad a Dios a veces exige darlo todo, incluso la propia vida.…

Hoy celebeamos la vida y legado de este gran santo y Doctor de la Iglesia.

San Agustín de Hipona (354-430) fue un obispo, filósofo y teólogo que dejó huellas en la tradición eclesiástica. Es considerado uno de los Padres de la Iglesia y es patrono de "los que buscan a Dios" .…

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Evangelio de hoy, jueves 05 de junio de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, jueves 05 de junio de 2025 

Evangelio de hoy

JUEVES DE LA SÉPTIMA SEMANA DE PASCUA

Evangelio según San Juan 17, 1b. 20-26 

 “Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti”

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo: Padre santo, no ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno –yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que los has amado a ellos como me amaste a mí. Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste. Les di a conocer tu nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos. Palabra del Señor.

Meditación

Podríamos decir que, de acuerdo a la predicación de Jesús, hay dos elementos que hacen evidente el amor de Dios y, por ende, nuestro ser cristiano. El primero es el amor y nuestras buenas obras. El segundo, que es el que nos menciona hoy Jesús, es “que su unidad sea perfecta”.

Por ello, donde hay desunión y discordia es difícil reconocer la presencia de Dios y de la comunidad cristiana. El libro de los Hechos nos dice que la primera comunidad no sólo tenía todo en común sino que tenían un sólo corazón. Por eso, es triste encontrar comunidades cristianas en donde los unos y los otros se atacan, se muerden, hablan mal unos de otros, hay envidias y rivalidades. Con este testimonio, ¿cómo será posible que los que nos rodean puedan creer en el Dios del amor? ¿Cómo descubrir la presencia del Dios que unifica si constantemente somos causa de desunión, si cada uno en la comunidad ve únicamente por su propio beneficio?

Padre, que sean uno como nosotros somos uno. Esta es la oración que ahora pedimos al Espíritu Santo de llevarnos a la unidad. Ven Espíritu Santo y únenos en el amor, la comprensión y el perdón.

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