Evangelio de hoy

MIÉRCOLES DE LA 3ª SEMANA DEL TIEMPO DE CUARESMA

Evangelio según San Mateo 5, 17-19

 “Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento”

Jesús dijo a sus discípulos: No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una “i” ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos. Palabra del Señor.

Meditación

Jesús no sólo está pidiendo que nos empeñemos en ser fieles a la Ley de Dios, sino que también enseñemos esa Ley y que nos identifiquemos públicamente con ella transmitiéndola fielmente a los demás. No es que la Ley de Moisés y la Ley evangélica sean dos leyes opuestas entre sí, sino que son más bien una sola ley: es la ley de Dios al hombre en dos etapas; esta segunda etapa es de complementación y perfeccionamiento de la primera, ya que el AT era una preparación para el NT. Nos invita a observar hasta en los más ínfimos detalles, pues observar el Evangelio con un verdadero espíritu de amor y de entrega a la voluntad de Dios es la perfección evangélica.

La justicia farisaica es condenada aquí por el Señor, porque resultaba ser una idolatría de la letra. El Señor nos abre a otra justicia más profunda y real; no podemos contentarnos con la observancia de la letra; San Pablo decía: “la letra mata, mas el Espíritu da Vida” (2 Cor 3,6). Es decir, letra sin amor, es letra muerta; digamos así: amor que no se expresa y no se manifiesta, pronto se apaga; o también: amor que no obedece a lo mandado por el Señor directamente o a través de sus representantes legítimos, es simplemente un amor ficticio.

Si bien es cierto que el creyente debe tener en cuenta todo lo que está en las Escrituras, se debería ver también la práctica de la materialidad de sus obligaciones si están insufladas de espiritualidad, o resulta ser sólo un huir de la voluntad de Dios cumpliendo mecánicamente lo mandado. ¿Cumplimos fielmente la ley del Señor y enseñamos de igual modo a que los demás también lo cumplan hasta en los detalles? Esto nos llevará a vivir un estilo de vida, estilo evangélico siempre y con todos.

Perdón Señor porque muchas veces entendemos y llevamos a la práctica literalmente todo lo que está en las Sagradas Escrituras, sin contextualizarlo ni comprenderlo a la luz de Cristo Resucitado. Ayúdanos a encontrarnos contigo para leer, seguir estudiando a través de los cursos que se nos ofrecen, meditar, orar y obrar según el Espíritu de Dios presente en tu Palabra. Gracias por hablarnos en nuestro “aquí y ahora” y por encarnarte en nuestra realidad iluminando cada situación que nos toca vivir y discernir en vistas a decisiones según tus designios. Amén.