Elevamos nuestras oraciones al Dios de La Paz, confiando en su misericordia y en su poder para transformar los corazones endurecidos por la violencia. Recordamos que toda vida humana es sagrada, creada a imagen y semejanza de Dios, y que el llamado a la paz es un mandato…

Elevamos nuestras oraciones por las víctimas del trágico accidente aéreo en Ahmedabad, India. Que el Señor les otorgue la paz eterna y brinde fortaleza a sus familias en este difícil momento. Nos unimos en solidaridad con el pueblo indio, acompañándolos en su dolor.

De los sermones de san Máximo de Turín, obispo  84, 3-4; CCL 23, 344-345
LA PURIFICACIÓN DEL AGUA, IMAGEN DE LA IGLESIA

¿Qué debemos decir de los méritos de Eliseo? Su primer mérito es el de haber querido superar a su padre en la gracia, pidiendo que se le concediese más de lo…

I poveri non sono un diversivo per la Chiesa, bensì i fratelli e le sorelle più amati, perché ognuno di loro, con la sua esistenza e anche con le parole e la sapienza di cui è portatore, provoca a toccare con mano la verità del Vangelo. https://www.vatican.va/content/leo-xiv/it/messages/poor/documents/20250613-messaggio-giornata-poveri.html

The poor are not a distraction for the Church, but our beloved brothers and sisters, for by their lives, their words and their wisdom, they put us in contact with the truth of the Gospel. https://www.vatican.va/content/leo-xiv/en/messages/poor/documents/20250613-messaggio-giornata-poveri.html

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Evangelio de hoy, lunes 17 de febrero de 2025
Destacada, El Evangelio de Hoy

Evangelio de hoy, lunes 17 de febrero de 2025 

Evangelio de hoy

LUNES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Marcos 8, 11-13

 “¿Por qué esta generación pide un signo?”

Llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con Jesús; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: “¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo”. Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla. Palabra del Señor.

Meditación

Desde nuestra cultura podemos decir que es estúpida la discusión de los fariseos con Jesús, ya que Él sabía exponer con precisión su mensaje, pues su Palabra es tan clara, profunda, convincente y conquistadora, aunque los fariseos de igual forma no la aceptaron. ¿Por qué será que pasaba esto? Porque los fariseos buscaban explicarlo todo con la razón, y nunca abrieron sus corazones para que descubrieran lo maravilloso de la propuesta de salvación. Tengamos presente que la fe no se reduce sólo al conocimiento intelectual o nocional, sino que refiere a la entrega; no sólo es limitada a la clarividencia, sino que vive una aceptación generosa y sincera.

Esta discusión de los fariseos con Jesús culmina en un no de parte de Jesús. No puede estar respondiendo a las exigencias de mostrar signos, haciendo show ante los destinatarios. Jesús pide que se crea en Él y en su Palabra para que obre Dios maravillas en la persona, pues eso hará que la persona realmente se convierta y cambie a una vida muy feliz. Como los fariseos no creían, eran inflexibles para acoger lo que Jesús estaba anunciando, no puede obrar en sus corazones el Evangelio.

Ver a Jesús que suspira profundamente nos hace pensar que aquella generación pedía un signo, y no podía ver que tenía delante de sí al Signo por antonomasia. Corremos ese riesgo todos de buscar espectáculo y show, mientras que Dios está en el silencio, en la fraternidad, en el amor compartido, en experimentar entre todos las obras de misericordia. Que no haya más ateos o indiferentes porque vieron que la imagen de Dios que transmitimos no convence ni seduce, es decir, no es que Dios sea malo, sino que el riesgo está en que demos una imagen mala de y sobre Dios.

Perdón Señor porque muchas veces nosotros también pedimos señales, signos para responder con mayor generosidad y radicalidad al llamado que nos haces de seguirte para siempre. Ayúdanos a ser auténticos, a mostrar al mundo la imagen de un Dios compasivo y misericordioso, lento para enojarse y veloz para perdonar. Gracias por enseñarnos que Tú no has venido a tener éxito, sino para que la gente que te siga se convenza de que debe ser humilde, renunciar a sí misma, tomar la cruz y seguirte, y que así Tú eres el Signo que nos trae la salvación. Amén.

 

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