Evangelio de hoy
MARTES DE LA SEMANA 15ª DEL TIEMPO ORDINARIO
Evangelio según San Mateo 11, 20-24
“La tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú”
Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido. “¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú”. Palabra del Señor.
Meditación
Jesús llama la atención de sus discípulos. Se afirma que llamar mucho la atención es signo de falta de cariño, aprobación y reconocimiento. Descartamos a Cristo y nosotros tampoco necesitaríamos de reproches y llamadas de atención. Somos discípulos del Señor. Además, ¿qué hacer para desarrollar el sentido de compasión? Esto es posible sólo cuando pensamos en el prójimo y prestamos atención a los demás, antes que en nosotros mismos. El egocentrismo impide ver las necesidades y las heridas de quienes nos rodean y actuar en beneficio de ellos.
Jesús nos enseñaba a confiar en Dios: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán (…) Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas” (ver Mt 7, 7-12). El cambio de mentalidad o conversión consiste en la apertura a ser “nuevas criaturas, creadas en justicia por Dios” (ver Ef 4, 22-24).
En vez de escuchar y mirar impasibles al sufrimiento que nos rodea, realicemos gestos de esperanza, consolando a los más necesitados. Un corazón compasivo no se logra por medio del esfuerzo propio sino mediante una vida enfocada en Dios.
Los humildes, busquen al Señor, y revivirá su corazón!
Me estoy hundiendo en un cieno profundo
Y no puedo hacer pie;
He entrado en la hondura del agua,
Me arrastra la corriente. R/
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