Se inauguró la Primera Unidad de la Pastoral de Adultos Mayores Arquidiocesana en el Bañado Sur de Asunción, Barrio San Cayetano, ubicada en la calle 37 Proyectada y Capitán Figari, en en local donde funciona el Comedor de adultos mayores Karurendá. Por decisión de la Comunidad de Personas Mayores se denominó “Virgen del Perpetuo Socorro” y se inauguró en su día, con la presencia del Padre José Echeverría, párroco de la Parroquia Cristo Solidario, Decanato 4. 

Jorge Quintás, coordinador de la Pastoral de Adultos Mayores Arquidiocesana, la Sra. Silvina Britez de Arias, responsable de la Unidad de Personas Mayores de la comunidad, trabajaran de forma coordinada con el Decanato 4.

Participaron del Evento, representantes de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, de la Municipalidad de Asunción, directores y equipos de las Unidades de Salud de la Familia de San Cayetano, Comisión Nacional de Derechos Humanos – CONADEH, entre otros.

En dicho local se desarrollaran Cursos de Cuidados Básicos de Personas Adultas Mayores, con el SNPP del
Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social, de Primeros Auxilios con los Bomberos Voluntarios de
Lambaré, capacitación en salud de personas mayores y atención médica, a través de los doctores y
equipos de las Unidades de Salud de la Familia de San Cayetano. También tendrán asistencia psicológica, cursos de emprendedurismo, se potenciará el comedor de personas mayores. Igualmente actividades físicas y artístico culturales.

La Pastoral de Adultos Mayores está inmersa en las periferias fomentando la integración intergeneracional entre jóvenes y personas mayores, como núcleo esencial de un encuentro profundo en nuestra sociedad.

Como nos dice Su Santidad Papa Francisco: “El Señor espera que los jóvenes, al encontrarse con los ancianos, acojan la llamada a custodiar la memoria y reconozcan, gracias a ellos, el don de pertenecer a una historia más grande”.

La amistad con una persona anciana ayuda al joven a no reducir la vida al presente y a recordar que no todo depende de sus capacidades. Para los más ancianos, en cambio, la presencia de un joven les da esperanza de que todo lo que han vivido no se perderá y que sus sueños pueden realizarse.” (1) “..queridas ancianas y queridos ancianos, en este mundo nuestro estamos llamados a ser artífices de la revolución de la ternura…”(1) Que nos ayude a caminar hacia una Sociedad del Encuentro en la que las personas mayores estén en el centro, y podamos verlas no solo como merecedores de nuestra asistencia, sino como sujetos de derecho que merecen ser reconocidos en su dignidad en la existencia, tanto por la familia , la sociedad y el Estado, dándoles su lugar, escuchando sus voces y desarrollando políticas públicas que garanticen calidad de vida para los mayores de hoy y para que los jóvenes, cuando lleguen a ancianos no tengan que padecer.

 Pastoral de Adultos Mayores

Arquidiócesis de Asunción