El encuentro interreligioso e intercultural de una hora se llevó a cabo en la Catedral de Asunción y contó con la participación de diversas religiones que acudieron a la invitación. La bienvenida estuvo a cargo del Arzobispo de la Santísima Asunción, Monseñor Edmundo Valenzuela, quien dijo, “para que en unión y oración estemos en sintonía con el Papa Francisco” -quien también se reunió en la mañana de ayer con líderes de las diferentes religiones del mundo para orar por la Paz en Asís, Italia-. La animación musical estuvo a cargo de la Schola Cantorum, dirigida por el Maestro Enrique Alfonso.
Seguidamente se presentó la alegoría: “Sed de paz, diálogo y cultura del encuentro”, con aporte de teatro, cantos, danzas, y el aporte de jóvenes. El encuentro prosiguió con la asamblea que escuchó y participó del canto del Salmo 121.
Luego se leyó parte de la “Oración por Nuestra Tierra”. Más adelante, la Comunidad Judía interpretó a través de un coro y guitarra el tema musical: “Hacer la Paz”
El representante de la comunidad Judía emitió un mensaje de Paz, del cual extraemos lo sgte.: “Paz no es un principio, sino una acción. Paz es una construcción, a la cual todos nos debemos. No se habla de paz, sino que se hace la paz. La Paz implica verdad, justicia, educación, alimento, trabajo, dignidad; es reconocer al semejante, es tomar un rol activo frente a la vida de los otros. Dios necesita de nuestras manos, de nuestras mentes, de nuestras bocas, de nuestros pies, para que su Paz, esté presente.
El Padre Andrés Abuna de la Iglesia Maronita, recordó su experiencia en Medio Oriente, concretamente en el Líbano, donde durante más de 12 años fue asediado, desde ese lugar quiso hacer un llamado y con emoción afirmó “Dios es misericordia y amor!”. Mientras muchos favorecen la cultura de la muerte en nuestra sociedad, pidamos a Dios que nos ayude en el compromiso de trabajar siempre por la paz, la convivencia y el diálogo, como condición necesaria para construir una sociedad más justa y equitativa, por una cultura de la paz, fundada en la verdad, la justicia misericordia y el amor.
Con armas no vamos a lograr la paz. las armas producen guerras y conflictos. Que Dios abra nuestros corazones para saber que en nombre de Dios no podemos hacer guerras. Somos todos invitados a ser artesanos de la Paz.
Un representante de la religión cristiana ortodoxa saludó a todos los presentes con la Paz del Señor. Dijo metafóricamente que la hermana inseparable de la paz es el diálogo, la cual, por lo general cada vez está menos presente. “En forma paradójica, en tiempos actuales en donde se enseña acerca del diálogo, de la tolerancia, vemos cada vez mayor hostilidad, más discusiones, más enfrentamientos y más violencia. El diálogo no pretende tener siempre la razón, no denigra a nadie, no ataca a nadie, sino que busca aprender de los demás, busca consensuar con los demás. Vivir esto es nuestra función hoy. Citando a Jesucristo citó: ‘
bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios y a ellos les pertenece el Reino de Dios’ “.
El representante de la Iglesia Católica, Mons. Valenzuela recordó que el encuentro recientemente mantenido por el Papa Francisco en Asís, se realiza en el aniversario nro. 30 del Encuentro de Asís, en la que el entonces Papa Juan Pablo II, invitara a los líderes religiosos a orar por la Paz. A continuación extraemos un resumen de su mensaje de Paz: “Nosotros creemos en el tesoro de la oración como la mayor defensa para obtener la paz. La regla de oro de la humanidad ha sido y es hacer a los otros lo que a nosotros nos gusta. La identidad y dignidad de cada persona, como hijo e hija de Dios es nuestra tarea conjunta de las Religiones. Acompañemos el matrimonio entre varón y mujer en la formación de la familia y la educación en valores de sus hijos. Promovamos la prevención contra la violencia y el odio mediante la educación para la Paz, en la práctica de la ‘regla de oro’. Que en este encuentro inter-religioso nos haga resonar el sueño de Francisco de Asís: ‘donde haya odio, ponga yo amor; donde haya división unión; donde haya guerra, ponga yo la paz’, concluyó.
El evento concluyó con la canción “Hazme un instrumento de tu Paz” y un fraternal saludo de Paz entre los presentes.
